El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, solicitó este lunes a su homólogo argentino y presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Alberto Fernández, que convoque una Cumbre del organismo donde participen los 33 países de la región y que cuente con la participación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“La CELAC, presidente Alberto Fernández, presidida por usted, debe convocar una agenda de temas prioritarios y de máximo interés para nuestros pueblos a una reunión cumbre, donde vayamos los 33 países de América Latina y el Caribe, y sea invitado el presidente Joe Biden a escuchar la dignidad de nuestros pueblos y de nuestras historias”, declaró el mandatario venezolano desde el Palacio de Miraflores, en Caracas.
Esta solicitud llega tras reiterar su rechazo a la decisión de Estados Unidos de excluir de la IX Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles, a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Para Maduro, la convocatoria de una Cumbre de la CELAC será una forma “de iniciar un nuevo camino como planteaba este lunes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y en las reflexiones que ha venido haciendo las últimas semanas, la necesidad de un nuevo organismo, en el que participen sin exclusión todos los países de América, nuestra América”, subrayó.
Asimismo, el presidente de Venezuela agradeció a su homólogo mexicano, López Obrador, que no haya asistido a la Cumbre.
“Todo el apoyo que ha enviado él (López Obrador) en las últimas semanas de abandonar el mundo de las sanciones, de los bloqueos, de las exclusiones, de la discriminación. Lo que hace el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica es un acto de discriminación contra tres pueblos, contra tres gobiernos”, aseveró Maduro.
En este sentido, el mandatario venezolano recalcó que la cumbre “es un fracaso total, no tiene agenda ni tema. No tiene puntos de decisión, no tiene nada que vincule esa reunión a los problemas y a los asuntos de interés y de prioridad para los pueblos de las Américas”.
Maduro sentenció que Estados Unidos ha metido “una puñalada” a la cumbre y la ha hecho “fracasar”, por la falta de asistencia de algunos líderes de países americanos.