El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, tildó la postura del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, sobre la Guayana Esequiba, la parte de Guyana que Caracas reclama como propia, de “indignante”.

“Es un ser deleznable que sirve a los viles intereses de las transnacionales que pretenden despojar a nuestro país de una parte de su territorio”, señaló en la red social X, instándole a no inmiscuirse “en los asuntos de la patria de Bolívar”.

Almagro había criticado previamente el referéndum anunciado por Venezuela sobre la Guayana Esequiba y se había mostrado alarmado ante “un lenguaje preocupante” utilizado por Caracas en el marco del conflicto territorial.

“La Corte Internacional de Justicia reafirmó su jurisdicción. Es prioritario entonces para la comunidad internacional preservar la paz hasta que haya una decisión”, dijo en la víspera, criticando “cualquier discurso de provocación”.

Maduro ha reclamado en numerosas ocasiones la soberanía de Esequibo, que comprende unos dos tercios del territorio de Guyana, por “derecho histórico”. Esta prolongada disputa se avivó después de que se hallase petróleo en la zona.

El Esequibo es un territorio de 159.542 kilómetros que posee importantes recursos naturales -petroleros, gasísticos, mineros, hidráulicos y forestales- y un gran potencial turístico. Está administrado por Guyana conforme a un laudo arbitral de 1899.

En concreto, Guyana argumenta que Caracas accedió a renunciar al Esequibo después del fallo en 1899, pero que Venezuela posteriormente se retractó de la decisión. Por su parte, Caracas se apoya en el acuerdo firmado en 1966 en Ginebra entre Venezuela y Reino Unido, antigua potencia colonial de Guyana, el cual reconoce que el Esequibo es un territorio en disputa.