Con la muerte de una cuarta persona en la región de Apurímac, otra dos en Arequipa y una más informada por la Defensoría del Pueblo ya suman siete a nivel nacional los manifestantes fallecidos durante las protestas de los partidarios del derrocado presidente de Perú, Pedro Castillo, quienes exigen su liberación y el adelanto de las elecciones generales.
En un hospital de la provincia de Chincheros, en esa región peruana, se constató el deceso de una quinta víctima por impacto de bala. Horas antes, se había confirmado el fallecimiento de un menor de 16 años en la misma jurisdicción. En total ya son dos ciudadanos que han perdido la vida en Chincheros.
Además de los fallecidos, el Ministerio de Salud peruano informó que ocho personas se encuentran hospitalizadas con distintos tipos de lesiones y que otras 30 recibieron el alta médica tras ser atendidas en centros asistenciales de Lima y otras ciudades del país, de acuerdo al reporte del diario La República.
El hospital de Chincheros ha reportado la muerte de una quinta persona producto de las manifestaciones contra el Congreso de la República en la provincia de Chincheros, región Apurímac. La víctima es Jonathan Lloclla Loayza, de 26 años y la causa de la muerte es por impacto de bala de fuego.
Horas antes, se había confirmado el fallecimiento de un menor de 16 años en la misma jurisdicción. En total ya son dos ciudadanos que han perdido la vida en Chincheros.
En Arequipa se produjo la muerte de de un menor de edad, de 15 años, y el de un joven de 18 años. El primero perdió la vida por el impacto de una bala, y el segundo por un golpe con un objeto contundente.
Más tarde, la Defensoría del Pueblo confirmó que siete personas han fallecido por protestas a nivel nacional
Las autoridades sanitarias informaron de que 26 personas han resultado heridas durante las protestas, de las cuales 16 son hombres y ocho son mujeres.
Las mayores manifestaciones se desarrollan en Andahuaylas con bloqueos de carreteras y enfrentamientos con la policía. Al igual que en el resto del país se demanda a la mandataria interina Dina Boluarte que cierre el Congreso y convoque a nuevas elecciones.
En esa zona pobladores de Ranracancha, Uripa, Huaccana y otras localidades que llegaron hasta la capital de la provincia de Chinchero, Andahuaylas, atacaron una comisaría siendo repelidos por las fuerzas policial con gases lacrimógenos.
También se informó que en pleno recorrido fúnebre de los dos fallecidos en las protestas en el aeropuerto de Andahuaylas, Apurímac, efectivos policiales reprimieron el cortejo con bombas lacrimógenas y disparos al aire.
En Puno, la comunidad aimara también se sumó a las protestas por el pedido del cierre del Congreso y adelanto de las elecciones. Los pobladores se reunieron y bloquearon un puente de acceso a la ciudad.
En Arequipa, un grupo de protestantes intentó tomarse la comisaría, donde incendieron tres vehículos. Además, se registran heridos producto de los enfrentamientos.
“¡No a la violencia!”
La Conferencia Episcopal peruana lamentó los fallecimientos de cuatro personas durante las manifestaciones y a través de un comunicado llamó al gobierno, a los políticos y a la ciudadanía a buscar vías de entendimiento para superar la crisis política.
En una declaración intitulada “¡No a la violencia! ¡No al desgobierno!”, la entidad religiosa señaló que “hacemos una apremiante invocación a construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país, cuyos reclamos, cuando justos, deben ser escuchados; pero que ejerzan su derecho sin violencia”.
Luego demandó “a la clase política, de manera especial al Poder Ejecutivo y a los congresistas de la República, para preocuparse por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, especialmente de los más desprotegidos”.