El Presidente de Argentina, Mauricio Macri, finalmente no podrá cumplir su anhelo de realizar el traspaso de mando en la Casa Rosada. Luego de una serie de reuniones entre su jefe de gabinete, Marcos Peña, y su eventual sucesor, Santiago Cafiero -representante del Mandatario electo, Alberto Fernández-, resolvieron que la ceremonia del próximo 10 de diciembre se realizará en el Congreso de la Nación.

La intención de Macri era realizar el traspaso de mando en la sede del Ejecutivo, al igual que lo han hecho otros presidentes como Raúl Alfonsín (1983-1989), Carlos Memen (1989-1999) y Fernando de la Rúa (1999-2001). Pero Fernández buscaba continuar con el estilo de Néstor Kirchner (2003-2007), quien fue el primero en romper la tradición republicana y le entregó el listón y el bastón presidencial en 2007 a su esposa, Cristina Fernández, en el Congreso.

Finalmente, con la intención de generar un cambio de mando "en un clima de paz y tranquilidad" -como han señalado fuentes del Ejecutivo-, la administración de Macri cedió frente a los equipos de su sucesor.

No es la primera vez que el lugar de traspaso presidencial ha tensionado el cambio de mando en Argentina.

En 2015, la saliente administración de Cristina K buscaba que el traspaso a Macri se hiciera en la sede del Parlamento, mientras que el empresario transandino quería que se efectuara en la Casa Rosada. Los equipos de Fernández de Kirchner -quien se negaba a una ceremonia en dicho recinto- aseguraron, en medio de la disputa, que ya había enviado las invitaciones correspondientes a las diversas delegaciones extranjeros que serían parte de la ceremonia. El traspaso se realizó finalmente en el Congreso sin ningún representante del peronismo. 

Para el cambio de mando del próximo 10 de diciembre, en tanto, se esperaba que Alberto Fernández y su compañera de fórmula, Cristina K, cumplieran con los protocolos establecidos. Es decir, que juraran en el Congreso y luego se dirigieran a la sede del gobierno para continuar con el resto de los procedimientos: recibir los símbolos patrios de manos de Macri en la Casa Rosada y luego salir al balcón presidencial para saludar a sus adherentes.

Sin embargo, el exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner recibirá banda presidencial y el bastón en el Congreso y luego se presentarán ante los argentinos desde el balcón de la Casa Rosada.

De acuerdo al diario transandino, La Nación, en las ceremonias se espera la presencia del expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien salió de la cárcel el pasado 8 de noviembre. Sin embargo, todavía no se ha confirmado su presencia.

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Foto: AFP[/caption]

Chat en vivo por Instagram y lágrimas

Como parte de su despedida de la Presidencia, el viernes Macri decidió usar su cuenta de Instagram para responder las preguntas de sus seguidores en la red social durante unos 20 minutos. La primera dama, Juliana Awada, lo acompañó durante el proceso, respondiendo algunas de las inquietudes de los argentinos. El Mandatario no pudo evitar llorar cuando fue consultado si extrañaría ser Presidente de Argentina.

Visiblemente emocionado, fue su esposa quien debió tomar la palabra y explicó que su marido estaba complicado para responder. Awada primero entregó palabras de consuelo a Macri señalando: "Vas a seguir, vas a estar en contacto con todos".

Durante el tiempo que duró la actividad, también explicó por qué decidió finalmente sacar al secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, tras la publicación del protocolo de aborto para menores de 15 años; documento que finalmente removido del Diario Oficial. 

Marchas

La salida de Macri de la Casa Rosada estará marcada también por la marcha que convocó para el próximo 7 de diciembre, es decir, tres días antes de la ceremonia de cambio de mando, para despedir su mandato en la Plaza de Mayo a las 17.00 horas. 

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Convocar a movilizaciones fue una de las estrategias de campaña que utilizó el candidato de Todos por el Cambio tras las primarias PASO (11 de agosto). En la primera -días después de que se dieran a conocer los resultados de dicho proceso- cerca de un millón de personas llenaron las calles del centro de Buenos Aires para mostrarle su apoyo, a pesar de los malos resultados. 

Luego fue utilizado como una técnica para cautivar a los votantes indecisos y, posteriormente, cuando se convocó a una marcha para reiniciar la campaña presidencial. Esa vez el lugar escogido fue Barrancas de Belgrano. Bajo el slogan "Sí se puede", Macri intentó que la diferencia de obtenida durante los comicios no predispusiera a los eventuales votantes.

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Foto: AP[/caption]

Sin embargo, a pesar de sus intentos para aparecer como la "opción de la mayoría", Fernández arrasó durante el proceso electoral en primera vuelta.