De los 120 puertos de la costa peruana, 91 fueron cerrados este fin de semana a causa del fuerte oleaje que golpea el litoral del país, y que también se ha sentido en Chile y Ecuador. El fenómeno ha causado daños materiales importantes e incluso un fallecido en este último país. En Perú se han llegado a registrar olas de 4 metros de altura.
Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), la decisión del cierre de puertos se tomó “ante la continuidad de oleaje anómalo”, que se espera continúe hasta el 1 de enero. El ministro de Defensa peruano, Walter Astudillo, viajó a Tumbes para supervisar las acciones de respuesta, tanto de las Fuerzas Armadas como del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
“Indudablemente, una vez que se evalúen todos los daños, tiene que haber una respuesta contundente del gobierno. Todos los ministerios tienen que actuar inmediatamente”, aseguró Astudillo.
En Callao, donde se encuentra el principal puerto de Perú, el municipio indicó que “se ha decidido cerrar el acceso a las playas Abtao, Santa Rosa, La Arenilla, Cantolao y todas las demás de uso recreativo”. Además se prohibió la salida de embarcaciones turísticas y pesqueras desde cualquier playa o puerto del Callao.
En la localidad de La Cruz, en Tumbes, el alcalde Roberto Carrillo aseguró que “este oleaje no ha sido como los otros” y que los más afectados “han sido los hermanos pescadores. Aquí, la gran mayoría se dedica a esto, a la pesca y al turismo”.
El fenómeno ha afectado seriamente a decenas de barcos de pesca artesanal. Además, muchos vecinos cercanos a la costa han huido de inundaciones, según imágenes difundidas en redes sociales. “El oleaje está muy fuerte, todos los pescadores no podemos salir a la mar. Es algo impresionante lo que estamos viviendo”, señaló a la AFP Juan Oré, de 60 años, pescador artesanal del puerto del Callao
Incluso durante el domingo, 31 pescadores habían quedado varados mar adentro y tuvieron que ser rescatados por la Marina y llevados a Tumbes. Sin embargo, una de las personas alertó que quedan al menos 180 compañeros suyos en altamar. “Ya no hay víveres, ya no hay agua. Nuestros hermanos pescadores allá están prácticamente a la deriva. Necesitamos petróleo, víveres para los muchachos y la presencia de la Marina de Guerra. Las embarcaciones están siendo arrastradas porque no tienen combustible”, aseguró uno de los pescadores rescatados a la radio peruana Exitosa.
La situación es similar en Ecuador, donde el INOCAR (Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada) emitió un aviso de mar agitado, afectando las provincias de Manabí, Santa Elena, Guayas y Galápagos. El reporte de la entidad asegura que el fenómeno continuaría hasta los días 28 y 29 de diciembre, con olas de hasta 2,10 metros.
En Manta se informó de un fallecido relacionado con las marejadas: “El Cuerpo de Bomberos de Manta informó que, a las 06.00 (hora local), se encontró sin vida el cuerpo de una persona desaparecida en el sector de Barbasquillo”, indicó en X la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
Ya para este 30 de diciembre, el estado del mar debería estar “moderado”, según indica el INOCAR, con olas de 1,80 metros. De todos modos, las medidas de precaución se mantendrán, y los bañistas no podrán ingresar al mar hasta el 31 de diciembre.