María Corina Machado, la trayectoria política de la líder de la oposición venezolana
La ingeniera de 57 años lleva una carrera de más de dos décadas en la esfera pública y aunque a lo largo de ella ha protagonizado una serie de desencuentros con el chavismo, en el último año ha optado por disminuir su estilo confrontacional.
Pese a que ya no figura como candidata presidencial, su llegada a la escuela de Los Chorros en Caracas para emitir su voto, generó un gran revuelo. Entre los gritos de sus adherentes y las preguntas de la prensa, la líder de la oposición venezolana María Corina Machado (56), se presentó sonriente ante la multitud.
“Hoy Venezuela está unida. Estuvimos durante muchos años en la fe de que íbamos a ser libres. Hoy es una certeza. Vamos a ser libres. Vamos a traer a nuestros hijos de regreso a casa, vamos a unir este país, y vamos a haber logrado la jornada cívica y libertaria más importante de la historia de nuestro país”, dijo Machado, en línea con lo que ha sido la campaña del candidato presidencial opositor, Edmundo González, quien ha abogado por el reencuentro entre los venezolanos que han permanecido en el país con los más de 7,7 millones que migraron.
La campaña de las dos principales figuras opositoras -con énfasis en el reencuentro, la reactivación económica y la restauración de las instituciones- se aleja del tono confrontacional que caracterizó a la oposición venezolana en los últimos años, y en especial a la propia María Corina Machado.
“Machado ha centrado sus posiciones derechistas y apela más al cambio y a la ilusión que la crítica frontal al actual presidente, Nicolás Maduro”, apunta El País sobre la estrategia de la exfigura presidencial.
La carrera política de la ingeniera industrial y docente se remonta hace poco más de dos décadas, cuando en 2002 cofundó Súmate, una organización civil que se posicionó en contra del gobierno de Hugo Chávez. Ese mismo año, fue cuestionada su presencia en el palacio presidencial durante el golpe de Estado que sacó del poder al mandatario por dos días.
En 2003, Súmate recolectó firmas para activar un referéndum que revocara el mandato de Chávez. En 2005, Machado recibió críticas de parte del oficialismo por una reunión que mantuvo con el entonces presidente de Estados Unidos George Bush, en la Casa Blanca.
En 2010, fue electa como diputada de la Asamblea Nacional por el estado de Miranda. Dos años después, fundó el partido al que todavía pertenece, Vente Venezuela, e interpeló a Hugo Chávez durante su discurso.
“Como puede usted hablar que respeta al sector privado en Venezuela cuando se ha dedicado a expropiar, que es robar”, cuestionó Machado al mandatario.
Chávez, sin embargo, optó por restarle importancia: “Está fuera de ranking para debatir conmigo. Lo lamento mucho, lo lamento mucho. Pero esa es la verdad. Usted me llamó hasta ladrón delante del país, pero yo no la voy a ofender. Águila no caza mosca, diputada”, le respondió.
El mismo año de su enfrentamiento con Chávez, Machado compitió en las primarias presidenciales de su coalición, pero Henrique Capriles consiguió la victoria en esa ocasión.
Ya bajo el gobierno de Nicolás Maduro, fue acusada junto a otros diputados opositores de conspirar para derrocar al mandatario. En 2015, fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por presuntas irregularidades mientras era parlamentaria. Sin embargo, continuó con presencia activa en el bloque opositor. En 2019, sus dichos en una entrevista concedida a la BBC causaron revuelo: “Las democracias occidentales tienen que entender que un régimen criminal solo saldrá del poder ante la amenaza creíble, inminente y severa del uso de la fuerza”, aseveró.
En 2023, ganó las primarias presidenciales de la oposición con el 92% de los votos. No obstante, en junio de ese año, la Contraloría venezolana estimó que la inhabilitación debía extenderse por 15 años más, debido a su apoyo hacia las sanciones de Estados Unidos en contra de Venezuela, entre otros motivos. La resolución fue ratificada en enero de este año por el Tribunal Supremo, lo que le impidió participar en las elecciones presidenciales.
Desde entonces, ha manifestado su apoyo hacia Edmundo González, la carta elegida por la oposición venezolana tras la fallida inscripción de Corina Yoris como candidata. Incluso, ha participado activamente en la campaña. A principios de julio, denunció haber sido víctima de un atentado, ya que los frenos del vehículo en el que se transportaba, fueron cortados. “La campaña de Maduro es la violencia y es responsable de cualquier daño a nuestra integridad física”, acusó.
Las definiciones políticas e ideológicas de la excandidata se han centrado en reducir la presencia del Estado venezolano en la economía. Incluso, ha abogado por privatizar Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“En el caso del sector energético u otras industrias, Venezuela tiene un enorme potencial que requiere enormes inversiones. Para eso no tenemos los recursos. Este país fue saqueado: necesitamos abrir mercados. Y necesitamos crear condiciones que sean tan competitivas, tan atractivas, que se inviertan recursos internacionales en un país, a pesar de lo que ocurrió en el régimen anterior”, dijo a CNN el pasado viernes.
Asimismo, se ha posicionado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. También es contraria al aborto, salvo en el caso de violación.
“En el caso de la educación creo en los subsidios, que se pueden dar directamente a los padres para que puedan elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, ya sea pública o privada. Y esta es una verdadera revolución en Venezuela”, agregó a CNN.
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