Rusia dijo este viernes que uno de sus navíos militares ahuyentó a un destructor naval estadounidense que intentó violar las aguas territoriales rusas durante unos ejercicios navales conjuntos de Rusia y China en el Mar de Japón, lo que Estados Unidos sostuvo que es falso.

La Armada estadounidense dijo que el destructor de misiles guiados Chafee estaba llevando a cabo operaciones de rutina en aguas internacionales en el Mar de Japón cuando un destructor ruso se acercó a menos de 60 metros del barco, pero todas las interacciones fueron seguras y profesionales.

“La afirmación del Ministerio de Defensa ruso sobre la interacción entre nuestros dos buques de la Armada es falsa”, dijo el comunicado militar estadounidense

El Ministerio de Defensa de Rusia había dicho que la tripulación de un buque antisubmarinos ruso, el Almirante Tributs, hizo una advertencia por radio al USS Chafee alertándole de que “estaba en una zona cerrada a la navegación por unos ejercicios con fuego de artillería”.

El destructor estadounidense no cambió su curso y, en su lugar, hizo ondear banderas que indicaron que estaba preparado para hacer despegar un helicóptero desde su cubierta, lo que significa que no podía cambiar su velocidad, afirmó el ministerio ruso en un comunicado.

“Actuando dentro del marco de las reglas internacionales de navegación, el Almirante Tributs fijó un curso para expulsar al intruso de las aguas territoriales rusas”, señaló.

El Chafee acabó cambiando su trayectoria cuando los dos buques estaban a menos de 60 metros de distancia, agregó. Según dijo, el incidente duró unos 50 minutos y ocurrió en la Bahía de Pedro el Grande, en el oeste del Mar de Japón.

La agencia de noticias RIA dijo que el Ministerio de Defensa ruso convocó al agregado militar estadounidense, que fue informado sobre las “acciones poco profesionales” de la tripulación del destructor, que “violó con rudeza las leyes internacionales sobre prevención de colisiones de barcos en el mar”.

Es la segunda vez en cuatro meses que Rusia dice que expulsó a un barco de la OTAN de sus aguas.

En junio acusó a un destructor británico de violar sus aguas territoriales frente a Crimea, en el Mar Negro, y afirmó que le obligó a irse. Londres rechazó la versión de Moscú del incidente, asegurando que su barco estaba operando de manera legal en aguas ucranianas.