La exembajadora de Israel en Chile y actual vicepresidenta senior de Asuntos Internacionales de la Liga Antidifamación (ADL), Marina Rosenberg visitó recientemente Santiago junto con una delegación de la ONG estadounidense -que lucha contra el antisemitismo, el odio y la discriminación en todas sus formas- para ver en terreno la situación en diferentes países en temas de discriminación y antisemitismo.
En la visita organizada por el Museo Judío, Rosenberg, acompañada por el director ejecutivo de ADL, Jonathan Greenblatt, y la directora para Latinoamérica, Liat Altman, se reunió con funcionarios de gobierno, del Congreso, la sociedad civil, además de la comunidad judía.
En conversación con La Tercera, la exembajadora entregó detalles sobre su visita y el antisemitismo en otros países.
¿Cuál fue su evaluación de la situación en Chile?
La recepción fue muy positiva de parte de todos, nos encontramos con el nuevo canciller, Alberto van Klaveren, a quien le compartimos nuestras acciones en Estados Unidos y en Europa. Le propusimos acciones para que el gobierno chileno -que promueve los derechos humanos y la protección de minorías- pueda tomar también, si se trata de temas de legislación o políticas públicas. En el Congreso también nos encontramos con docenas de senadores, senadoras, diputadas, diputados, varios de ellos ya estaban comprometidos con la importancia de la legislación, antidiscriminación, discursos de odio. Creo que en Chile muchas personas, especialmente en el Congreso y en los diferentes gobiernos, no siempre entienden que existe el antisemitismo y el odio hacia los judíos, y esto es porque no se ve de una manera tan violenta como se ve en otros países. La gran mayoría de los casos que nosotros conocemos de antisemitismo en Chile es antisemitismo en línea, de discursos de odio contra individuos judíos o contra la comunidad judía en general, de dichos antisemitas, de parte de políticos y también en grafitis, actos de vandalismo hacia instituciones judías, suásticas en las calles. Una semana antes de venir, hubo un cartel fuera de La Moneda contra la agenda sionista 2030, eso es como una teoría de conspiración que conocemos ya de hace muchos años contra los judíos y esta ocasión en vez de la palabra judío se pone sionista. Todos estos actos muchas veces las autoridades no los conocen porque en Chile no hay monitoreo de actos de antisemitismo, no hay encuestas oficiales y parte de nuestro trabajo como Liga Antidifamación es también traer estos casos para que las autoridades sean conscientes y entiendan cómo afectan a la comunidad judía local que es una minoría aquí en Chile.
¿Qué actividades realizaron?
Parte de las reuniones que la delegación tuvo fue con diferentes integrantes de la comunidad judía, entre ellos estudiantes de unos de los pocos colegios judíos que existen aquí en Chile. Eran niños y niñas de entre 15 y 16 años y les preguntamos si ellos han tenido alguna experiencia antisemita hasta ahora y cómo se sienten como judíos en Chile. Fue bien impactante escucharlos. Contaron que se sienten con miedo de mostrar públicamente ser judíos o judías, que no salen a la calle con ningún símbolo judío, no salen a la calle con su uniforme del colegio judío, los que usan la kipá se la sacan. Escuchar a chicos de 15 o 16 años que tienen miedo de demostrar quiénes son -en este caso son judíos, en otros casos pueden ser gays o trans- muestra algo bastante negativo de la sociedad que los rodea que no les crea este ambiente de seguridad, de que puedan decir abiertamente que son una minoría. Para mí de todas las reuniones que tuvimos fue la más importante, porque demuestra que sí hay un problema y que todos, la sociedad civil, las autoridades, lo tienen que enfrentar y dar alguna solución para hacerles sentir que no están solos y que sí está bien ser diferentes.
Ustedes tienen un proyecto educativo con el Museo Judío, ¿en qué consiste?
Una de las razones que llegamos en este momento a Chile fue para firmar un convenio de cooperación con el Museo Judío aquí en Santiago, con el apoyo de la comunidad judía, que busca ampliar la cooperación que ya existe entre la Liga Antidifamación y el Museo Judío en temáticas educativas, con diferentes programas que la Liga Antidifamación tiene en Estados Unidos y en Europa, y que fuimos adaptándolas al público chileno y latinoamericano en general. Durante la pandemia reforzamos nuestra cooperación con el Museo Judío y ellos han estado utilizando desde hace más de tres años un recurso que tenemos que se llama la Pirámide del Odio, para chequear los prejuicios que tenemos cada uno de nosotros y cómo pararlo en la base, que son los pensamientos o las palabras que decimos, o lo que pensamos del otro. Y esto, en general, es para que el odio no incremente hasta el punto del genocidio. Y utilizan bastante las imágenes del Holocausto. Este recurso ha sido utilizado con una eficacia tanto en los colegios chilenos, como con Carabineros chilenos, con la sociedad general, con los profesores para tratar de educar e incluso tuvimos un panel con profesoras y profesores que lo han trabajado desde el punto de vista del diseño, sobre cómo poder hacer campañas sin odio a través de esta enseñanza. Vinimos a aumentar esa cooperación y nos dimos cuenta que mucha gente en Chile realmente no conoce a un judío, no sabe lo que es un judío y de alguna manera piensan que jamás lo han conocido. Entonces, es un poco el primer módulo de este programa que estamos desarrollando que se llama COAJ, Combatiendo el Odio y el Antisemitismo Juntos y Juntas. Comienza con un módulo de conocer al judío, de explicar que es un judío. El segundo módulo es un módulo hablando de cómo emigraron los judíos a América Latina. El tercer módulo es el antisemitismo. Tenemos de hecho una guía que la lanzamos junto con el museo sobre los siete mitos más conocidos dentro del tema del antisemitismo, de las imágenes de los judíos y los prejuicios que existen en contra de los judíos, prejuicios de control mundial, prejuicios de cuál es la diferencia entre el sionismo y el antisemitismo, dónde se cruza, cómo la crítica a Israel es permitida, por supuesto, como es permitida la crítica contra el gobierno chileno, el gobierno de Estados Unidos, o el gobierno de Biden, o el gobierno de Trump. Pero cuándo se cruza al nivel del antisemitismo, cuando las sociedades permiten el antisemitismo y si sea bien con prejuicios, es una sociedad que probablemente tiene otro tipo de sesgos y de odio, ya sea contra la comunidad LGBTQ, contra los negros, contra los mapuches, contra los asiáticos, como vimos durante el Covid.
¿Tienen este tipo de programas en otros países y cuál ha sido el resultado?
A pesar de que el trabajo de la Liga Antidifamación históricamente ha estado enfocado en Estados Unidos, tenemos presencia en otros lugares del mundo, en Europa, tenemos una oficina también en Israel, donde allí también hacemos programas de antiracismo, también hacemos programas de no a la discriminación y de cohesión social. Entonces estamos trabajando con las comunidades judías en realidad en todo el mundo, con ellas, para ellas, en lugares especialmente donde se sienten más vulnerables o en lugares donde vemos un aumento alarmante en el antisemitismo. Y muchas veces esas comunidades son todas minorías en sus países.
Se ha visto un aumento récord de los incidentes antisemitas en Estados Unidos, ¿a qué se debe? ¿Qué medidas se pueden tomar para hacer frente a esto?
En el año pasado, en 2022, vimos un aumento bien alarmante en tendencias y en incidentes. En la Auditoría Anual de Incidentes Antisemitas en Estados Unidos vimos un aumento de 36% comparado con el año anterior, y es el número más alto en más de cuatro décadas desde que estamos haciendo esta auditoría. Y se puede explicar en varias formas. Una de ellas son las redes sociales, que son un megáfono para el odio, no solamente el antisemitismo, sino todos los que expresan odio hacia los otros que son diferentes, y especialmente hacia minorías, ya sean minorías religiosas o sexuales, etc. Después vemos también en Estados Unidos que a partir del 2016 se ve un aumento mucho más grande de años anteriores, y es a partir de Donald Trump, su candidatura a la presidencia, su elección, que lamentablemente también dio espacios a radicales de extrema derecha a expresar de una manera casi libre sus ideas radicales, incluso antisemitas, aunque no siempre se enfocan en los judíos, muchas veces se enfocan en otras comunidades en Estados Unidos, como los negros, los asiáticos, LGBTQI, pero los judíos también sufren de ese radicalismo de extrema derecha. Y, por otro lado, vemos también un aumento en actos antisemitas que provienen de la extrema izquierda. Entonces el antisemitismo no tiene color político. Al final lo que vemos en estos números tan alarmantes de incidentes antisemitas, es que el odio en todas sus formas está en alza y que los políticos tienen una obligación de ser un modelo, de cómo comportarse también cuando hay diferencias políticas, cómo aceptar el otro que es diferente, cómo proteger a las minorías. Es parte de los derechos humanos de todas y todos, de poder vivir una vida en paz sin ser discriminado por su religión o por su orientación social o por su país de origen. Y es por eso que nuestra organización lo trabaja todo, no solamente la discriminación, los prejuicios hacia los judíos, sino a cualquier minoría en la sociedad.
¿Cuál es su evaluación de la situación en Israel respecto a las minorías?
Como una organización que lucha contra el odio y la discriminación, lo hacemos también en Israel. Cuando hay un dicho discriminatorio de odio de parte de algún ministro, y lo hubo en Israel, nosotros como organización de inmediato públicamente lo rechazamos. No nos importa si ese odio viene de un judío, o de un árabe, o de un cristiano. O sea, para nosotros es importante rechazar el odio en todas sus formas contra cualquiera. Dicho eso, por lo menos el primer ministro Netanyahu, después de dichos de ciertos ministros de su gobierno, salió él mismo a rechazar esas declaraciones. No hubo, hasta hoy en día, por suerte, ninguna legislación concreta que socave los derechos de las minorías. Netanyahu hizo una declaración aclarando que su gobierno no va a promover ni a estar de acuerdo con ninguna legislación que sea discriminatoria a cualquier minoría. Y eso para nosotros fue muy importante escuchar ese mensaje muy claro. Pero de nuevo, nosotros no tenemos limitaciones, como una organización no gubernamental norteamericana, cuando hay que decir las cosas y también criticar al gobierno de Israel, lo hacemos. El antisemitismo hacia los judíos en Israel casi no existe. Como una argentina-israelí que varios años de mi vida viví en Israel, que yo jamás sentí antisemitismo en mi vida hasta llegar a Chile. Y ahí fue la primera vez que me enfrenté casi de manera diaria, especialmente con antisemitismo y odio online, hacia mí no solamente como israelí, que eso no significa siempre un antisemitismo, sino por ser judía. Y esas líneas se cruzan muy fácilmente aquí en Chile como también en otros países. Lo que sí existe en Israel, como lamentablemente en todos los países del mundo, son diferentes discriminaciones no institucionales, tanto como discriminaciones de pares, de ciudadanos a ciudadanos, así a minorías, si son la minoría árabe, la minoría judía ultraortodoxa, los gays. Lo importante es que hay claras legislaciones que mantienen los derechos de esas minorías. A través de nuestra oficina de la Liga Antidifamación en Israel hacemos mucho trabajo de cohesión social, de juntar a diferentes partes de la sociedad israelí para crear diálogos, para bajar los prejuicios, para entender que todos somos seres humanos con nuestras diferencias, pero aceptar esas diferencias para tener una sociedad más diversa e inclusiva.