Con años de experticia analizando y asesorando sobre comunicación política, tanto en Argentina como en la región, Mario Riorda repasó con La Tercera las razones que explican la victoria de Javier Milei y la derrota peronista en el balotaje de este domingo en ese país. Allí, factores como la alianza de Mauricio Macri y el descontento por el problema inflacionario fueron claves para la victoria libertaria, aseguró el politólogo y presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE).
En las elecciones, el mapa se tiñó de morado. ¿Qué explica este giro importante, considerando los casi 12 puntos de diferencia de Milei sobre Massa, en la política argentina?
Bueno, claramente Javier Milei se constituyó en el cauce de la catarsis, erigiéndose como la oferta de la representación del descontento, de la ira, del encono contra el sistema político actual y de las estrategias de microajuste frente al problema económico y, mucho más específico, el problema inflacionario. Pero este descontento también se transformó electoralmente en un reordenamiento del sistema de partidos, haciendo ingresar a Argentina en un nuevo ciclo histórico con grandes signos de interrogante de cómo se va a gestar, no tan solo pensando en cómo se transforma la oposición y cómo se pinta de modo distinto el país federal, sino incluso cómo se ordena la nueva y flamante alianza gobernante, una alianza que no es de centroderecha, sino literalmente de derecha, incluso derecha radicalizada, liberal libertaria, como dice el propio Milei, representada en la asociación de Javier Milei con Mauricio Macri.
¿Cuánto afectó el ingreso a la campaña de Mauricio Macri y Patricia Bullrich? ¿Hubo en eso un factor importante para explicar el resultado de Milei?
Muchísimo. De hecho, sin esa alianza, probablemente este resultado no hubiera existido. Consolidó prácticamente la enorme mayoría del voto de Juntos por el Cambio hacia la figura de Javier Milei. Desde todo puntos de vista, fue muy significativo y estratégico, convirtiendo a Mauricio Macri en un nuevo actor estratégico descollante para la política argentina actual.
El excandidato Juan Schiaretti nunca transparentó su decisión, pero criticó constantemente al kirchnerismo y lo ligó a Massa. ¿Las viejas riñas del mundo K se manifestaron esta vez en las urnas, o el resultado en Córdoba no respondió a aquello?
Siempre existió una alianza explícita o implícita entre Juan Schiaretti y Mauricio Macri. El primero siempre fue funcional a la estrategia del segundo, y esta vez también se dio de la misma manera, siendo Córdoba la provincia que proporcionalmente más votos aportó al triunfo de Javier Milei. Por muchísimas acciones históricas y por el modo en que el gobierno nacional desatendió a la ciudad de Córdoba, esta provincia se convirtió en el bastión conservador del país, particularmente en todo lo que tiene que ver con la puja anti K. El peronismo de Córdoba difícilmente pueda considerarse peronismo a secas, sino más bien de una dinámica de partido provincial, con alianzas específicamente de los actores de Juntos por el Cambio, y puntualmente con Mauricio Macri.
¿Qué se viene para Argentina en los próximos meses, considerando el pronto cambio de mando? ¿No habrá gradualidad, como dijo Milei, o el Congreso no se lo permitirá?
Creo que Javier Milei arranca con un nivel de expectativas altísimas, particularmente en lo económico. Entonces habrá mucha tensión, a tal punto de que el lunes anunció la privatización de empresas públicas o medios públicos con mucha carga simbólica desde el costado del peronismo. Ello va a iniciar, seguramente, un ciclo de conflictividad bastante importante. Está claro que va a existir un proceso que ubicaría dentro de la línea de ensayo, o ensayo especulativo, para ver hasta dónde habría margen de avanzar en políticas de shock, o bien, si conviene ser bastante más selectivo en las políticas, arrancando con algunas urgencias o políticas simbólicas, para ir hacia cambios estructurales más sostenidos a lo largo del tiempo con reformas de largo plazo, específicamente.
Con miras a la región, ¿qué cabría esperar del actuar de Milei ahora que no es candidato y debe hablar con los mandatarios vecinos? ¿Se mesurará en ese sentido?
No imagino a Milei rompiendo relaciones diplomáticas con ningún país, particularmente con Brasil, sobre todo por la dependencia económica o el enorme nivel de relacionamiento de Argentina y Brasil. Un relacionamiento que además es totalmente asimétrico y, por si fuera poco, dentro de las provincias donde este relacionamiento impacta, por citar algunos, es en el sector agropecuario o las provincias que tienen producción automotriz. Esto significa que afectaría seriamente a muchas de las provincias donde mayor caudal electoral ha obtenido, particularmente las llamadas provincias de la franja central. Por lo tanto, creo que habrá algunos ruidos simbólicos que quizás puedan generar polémica, pero no imagino hoy que las relaciones diplomáticas con países en general, y específicamente con los países de la región, esté puesta en duda.