Este jueves los integrantes del Congreso de Estados Unidos deberán decidir si la recientemente electa representante de Georgia, Marjorie Taylor Greene, recibirá algunas sanciones -como que ya no será parte de dos comités - debido a declaraciones respecto a algunas teorías conspirativas y defender que el exmandatario Donald Trump ganó las elecciones pasadas.
Taylor Greene, que ha asistido a la Cámara baja con mascarilla con frases como “Trump Ganó”, es acusada de ser parte del movimiento QAnon, además ha compartido en sus redes sociales comentarios antisemitas. La más reciente fue decir que los incendios forestales que afectaron la Costa Este de EE.UU. fueron provocados por el rayo láser controlado por “banqueros judíos”.
Durante la sesión donde está siendo definido su futuro en el Congreso, la legisladora llegó con un tapaboca con las palabras “Libertad de expresión” y explicó que algunas de sus cuestinadas declaraciones “son palabras del pasado...y no representantes mis valores”.
También acusó a la “cultura de cancelar” la razón por la que está siendo cuestionada.
La sesión de esta jornada implica además un terremoto al interior del Partido Republicano, ya que, deberán votar en voz alta, si consideran que la congresista merece ser sancionada cuando son minoría en el Congreso.
El pasado 17 de enero, Twitter suspendió temporalmente la cuenta de una congresista republicana de ultraderecha, por violar las reglas de integridad de discurso en la red social. Esto luego de que publicara una serie de tuits acusando fraude en las elecciones legislativas.
Los mensajes de Taylor Greene fueron entonces etiquetados con una mención especial en Twitter: “Esta afirmación de fraude electoral está en disputa, y este tuit no puede ser respondido, retuiteado o dado me gusta debido al riesgo de violencia”.
La congresista republicana, se hizo reconocida por algunos de los carteles usados para su campaña electoral. En uno de ellos aparecía con una pistola y advirtiendo a los “terroristas de Antifa” no acercarse al estado de Georgia.