Un suizo instalado en Marruecos fue arrestado este sábado en Marrakech por su presunta conexión con algunos de los sospechosos del asesinato de dos turistas escandinavas en el sur del país, anunció la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ).
El hombre, "impregnado de ideología extremista" y que también tiene nacionalidad española, es "sospechoso de haber enseñado a algunas personas involucradas en este caso las herramientas de comunicación de las nuevas tecnologías y de haberlas entrenado en tiro", agregó el BCIJ en un comunicado.
La investigación reveló su "adhesión a operaciones de reclutamiento y enrolamiento de ciudadanos marroquíes y subsaharianos para ejecutar planes terroristas en Marruecos", detalló la unidad a cargo de la lucha contra el terrorismo en este país.
Las autoridades marroquíes detuvieron hace dos semanas a nueve sospechosos de estar implicados en el asesinato de Louisa Vesterager Jespersen, una estudiante danesa de 24 años, y Maren Ueland, noruega de 28, según un comunicado oficial.
Los cuerpos de las dos jóvenes, que hacían montañismo en la región del Alto Atlas marroquí, fueron hallados el 17 de diciembre. Una de ellas fue decapitada, y las autoridades detuvieron en pocos días a cuatro sospechosos tras circular por las redes sociales un video que supuestamente fue filmado durante la "ejecución" de una de las excursionistas, lo que apuntaría a una acción yihadista.
Marruecos no ha sufrido oficialmente ningún atentado del grupo "Estado Islámico" ("EI"), pero en 2003 un ataque yihadista se saldó con 33 muertos en Casablanca, y otro en 2011 con 17 muertos en Marrakech.
El turismo representa el 10% de los ingresos del país y es el segundo sector que emplea a un mayor número de marroquíes después de la agricultura. En 2017, 11,35 millones de turistas visitaron Marruecos, siendo la primera vez que el país superaba la barrera de 11 millones de turistas.