Más de 130 palestinos han resultado heridos este viernes a consecuencia de enfrentamientos contra la policía de Israel cerca de Nablús y en Jerusalén, en protestas contra un asentamiento israelí en la aldea de Beita y en una manifestación contra el desahucio de palestinos en el barrios de la capital.
El director del Departamento de Emergencias de la Media Luna Roja Palestina (PRC, por sus siglas en inglés), Ahmad Jibril, ha informado de que socorristas han evacuado a 16 palestinos heridos por munición real del Ejército israelí; 20 heridos por balas de goma; cuatro por ser golpeados; y 73 por inhalación de gases lacrimógenos, todo ello en entorno de Beita, informa la agencia palestina Wafa.
Estas concentraciones se están llevando a cabo por ciudadanos palestinos en las ciudades de Beita, Yatma y Qabalan, al sur de Nablús, para protestar contra la construcción de un nuevo asentamiento en la cima del monte Sbeih.
La manifestación ha sido convocada después de que un grupo de israelíes instalase más de 20 casas móviles en la cima. El medio palestino ha resaltado que el número de israelíes que viven en asentamientos en Jerusalén y Cisjordania ha aumentado a más de 700.000 y la expansión de estos asentamientos se ha triplicado desde la firma de los Acuerdos de Oslo, en 1993.
De igual modo, al menos 19 palestinos han resultado heridos por el Ejército israelí durante la dispersión de una marcha a las afueras de un barrio en Jerusalén.
Esta concentración se ha producido como protesta contra el desalojo de decenas de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Batn al Hawa, en el de Silwan y en el de Sheij Jarrá, donde han tenido lugar los enfrentamientos.
La RPC ha informado de que sus médicos han asistido a los heridos, que habían sufrido los efectos de granadas paralizantes, así como golpes de la policía. Uno de ellos se encuentra en estado grave y ha sido trasladado a un hospital.
Según un corresponsal de WAFA la concentración ha arrancado en la entrada del vecindario de Sheij Jarrá y ha pasado por Lions Gate y el barrio de Batn al-Hawa en el vecindario de Silwan, donde, finalmente, se ha dispersado.
También ha denunciado que los agentes de policía han agredido también a periodistas y operadores de cámara de Palestina TV, y han destrozado una de sus cámaras.