El conflicto entre Israel y los palestinos ha dejado más de 200 palestinos muertos y casi 30 israelíes en lo que va del año, una cifra que ya supera la de todo 2022 y que representa el número más elevado desde 2005, aseguró un enviado de Naciones Unidas para Medio Oriente el lunes.
Tor Wennesland dijo al Consejo de Seguridad que el incremento en la violencia está siendo impulsado por el creciente desaliento en cuanto al futuro, mientras los palestinos aún buscan la creación de un Estado independiente.
“La falta de progreso hacia un panorama político que aborde los temas de fondo que impulsan el conflicto ha dejado un peligroso y volátil vacío, llenado por extremistas de todas las partes”, puntualizó.
Aunque israelíes y palestinos han tomado algunas medidas para estabilizar la situación, Wennesland dijo que las acciones unilaterales han seguido avivando las hostilidades.
Destacó como ejemplos la incesante expansión de asentamientos de Israel -los cuales son ilegales según la ley internacional y “son un obstáculo significativo para la paz-, así como la demolición de viviendas palestinas por parte de Israel, sus operaciones en la zona de Cisjordania que se encuentra bajo control administrativo y policial de los palestinos, y los ataques de colonos israelíes. También mencionó la “actividad militante palestina”.
Wennesland dijo que la situación actual es agravada por “la fragilidad” de la situación financiera de la Autoridad Palestina y la severa escasez de fondos que enfrentan las agencias de Naciones Unidas, incluida la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo.
“Aunque debemos enfocarnos con urgencia en abordar los temas más críticos y en desescalar la situación, no podemos ignorar la necesidad de restaurar un escenario político”, declaró.
Colonización y paz
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU Linda Thomas-Greenfield, quien presidió la reunión, condenó la violencia de ambas partes e instó a tomar medidas inmediatas para reducir la escalada de violencia.
Reiteró el apoyo de Washington a una solución de dos Estados y al “diálogo de buena fe” entre las partes.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU Dmitry Polyansky dijo al Consejo de Seguridad que el estancamiento a largo plazo del proceso de paz “es agravado por las acciones unilaterales ilegales de Israel para crear hechos irreversibles en el terreno, lo cual elimina las posibilidades de reanudar el diálogo directo entre palestinos e israelíes”. Añadió que el “ritmo sin precedentes” de la expansión de asentamientos israelíes es la mayor amenaza.
Polyansky señaló que la visita del secretario general de la ONU António Guterres a la región, la cual está prevista para finales de este año”, es “muy oportuna”. Además reiteró el llamado de Rusia para una reunión del llamado Cuarteto de mediadores de Oriente Medio -la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia- “para resucitar el proceso de paz y dirigir las negociaciones entre palestinos e israelíes en todos los temas de estatus final”.
La coordinadora política de Francia, Isis Jaraud Darnault, también condenó “la colonización israelí de los territorios palestinos” que quiere para su futuro Estado, y las continuas demoliciones israelíes, incluida la de una escuela en la región de Ramala, en Cisjordania, el 17 de agosto, la cual fue financiada por donantes europeos, incluida Francia. De igual manera condenó la violencia contra los israelíes.