En la última década, más de 70.000 migrantes fueron traficados o secuestrados en México, dijo este martes la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en momentos en que la nación latinoamericana busca contener grandes flujos de extranjeros que buscan llegar, en su mayoría, hacia Estados Unidos.

En su primer informe enfocado al estudio de estos delitos, el organismo recabó información de 2011 a 2020, periodo en el que realizó consultas a instituciones de seguridad y migración, así como a organismos de derechos humanos. También aplicó encuestas con la misma temática en 48 estaciones migratorias.

“Las entidades con más casos de secuestro (...) son Chiapas, Nuevo León, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, (donde) las personas más afectadas son nacionales de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Cuba”, dijo la CNDH en el documento.

La CNDH consideró que, a pesar de que se han incrementado los operativos en contra el tráfico de personas en un 600%, en el periodo que abarca el informe, no existe un protocolo para otorgar medidas de asistencia, protección y seguridad a las víctimas de este delito.

Otro de los de los hallazgos encontrados, dijo la CNDH, fue que México tampoco cuenta con un protocolo homologado de actuación en el tema que garantice la coordinación entre autoridades para prevenir, investigar, buscar y sancionar los delitos de tráfico y secuestro de migrantes.

De acuerdo a un informe publicado en 2019 por la Unidad de Política Migratoria de la secretaría de Gobernación de México, el pago promedio para traficar a una persona desde El Salvador, Honduras o Guatemala, a través de México y con destino a Estados Unidos, rondó en los 5,862 dólares, mientras que los mexicanos pagaron unos 4,559 para ingresar de forma indocumentada a su vecino del norte.

En muchos de los casos, precisó la CNDH, los migrantes fueron transportados en “yates de pesca deportiva y jet-skis” para cruzar de forma irregular la frontera entre México y Estados Unidos, aunque parte del recorrido incluía completar su viaje nadando por su cuenta en la zona de San Diego, California.

“Con base en testimonios de migrantes y de coordinadores de albergues, se sabe que el secuestro, extorsión e incluso desaparición de migrantes ha incrementado”, dijo Misael Hernández, investigador del Colegio de la Frontera Norte en Tamaulipas, uno de los estados con más secuestros de extranjeros, tras admitir que la cifra dada por la CNDH podría ser mayor.