La última ola de bombardeos rusos ha dejado a más de diez millones de personas sin suministro eléctrico en Ucrania, según el presidente, Volodimir Zelensky, que prometió hacer “todo lo posible” para “normalizar” la situación en el plano energético.
Las fuerzas rusas han lanzado esta semana decenas de misiles sobre territorio ucraniano, de nuevo con las infraestructuras energéticas como objetivo prioritario. Las autoridades locales llevan semanas advirtiendo a la población de posibles cortes y pidiendo medidas de ahorro.
El gobierno, por su parte, lleva a cabo cortes temporales y previstos pero, como ha reconocido Zelensky en un discurso a la nación, también se producen otros de “emergencia”. Las regiones de Vinitsia, Odesa, Sumi y Kiev son las más afectadas por los últimos ataques.
“Repetimos a nuestros socios una y otra vez que sólo la plena protección del cielo ucraniano protegerá tanto a Ucrania como a Europa de una posible escalada de la agresión rusa”, dijo Zelensky, cuyo gobierno reclama incluso la aplicación de una zona de exclusión aérea.
El primer ministro, Denys Shmyhal, confirmó que casi la mitad de la red eléctrica de Ucrania está desconectada tras los últimos ataques, después de que sólo el martes Rusia lanzase alrededor de un centenar de misiles sobre distintas partes del país.
De hecho, Shmyhal ha advertido de que si Rusia no cesa en su ataque a las instalaciones energéticas ucranianas, las autoridades del país se verán obligadas a continuar aplicando cortes de suministro planificados como medida de emergencia.
“Todas las plantas de energía térmica e hidroeléctrica y las subestaciones clave que transmiten energía desde la generación hasta los consumidores fueron atacadas”, denunció el jefe de gobierno ucraniano, quien ha señalado que algunas instalaciones han sido atacadas en hasta ocho ocasiones.
Las autoridades de Kiev han recomendado a los ciudadanos de la capital que se abastezcan de agua y alimentos ante la posibilidad de nuevos problemas en suministros clave. Este viernes por la tarde se han llevado a cabo nuevos cortes en Kiev, con previsión de que duren al menos varias horas.