El expresidente boliviano y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, se reunió este domingo con dirigentes de su partido en Buenos Aires -donde permanece desde el pasado 12 de diciembre y tramita su condición de refugiado- y determinaron que en enero 2020 se definirán los candidatos a presidente y vicepresidente del partido para los futuros comicios en el país.

"Iniciamos reunión con dirigentes nacionales, departamentales y regionales del MAS-IPSP, acompañados por algunos alcaldes y asambleístas para coordinar y convocar al Ampliado Nacional en enero de 2020, donde se definirán los candidatos a presidente y vicepresidente de nuestro partido", expresó Morales en su cuenta de Twitter.

https://twitter.com/evoespueblo/status/1211305858837209088

Desde esta mañana se ha llevado a cabo un encuentro entre el expresidente y los dirigentes del MAS de los nueve departamentos de Bolivia. Pese a que se determinó que la elección de los candidatos será el próximo enero, aún no se ha definido dónde se celebrará el cónclave de la formación.

"Hoy en Bs. As. inicia la reunión del MAS-IPSP con la participación de los dirigentes de los 9 departamentos. También durante dos días nos reunimos con el Pacto de Unidad y por petición de ellos, llevaremos adelante encuentros con dirigentes departamentales en las próximas semanas", escribió unas horas antes Morales en la red social.

El exjefe de Estado dimitió de su cargo el pasado 10 de noviembre denunciando un golpe de Estado para derrocarlo y tras la publicación de un informe de la Organización de Estados Americanos que advertía de "graves irregularidades" en los comicios del 20 de octubre en los que fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo. En su lugar asumió como presidenta interina Jeanine Áñez.

Una vez que el tribunal electoral boliviano anuncie la convocatoria a las urnas en las próximas fechas, las elecciones pueden celebrarse en un plazo de hasta 120 días.

El líder del MAS -que no se presentaría a los próximos comicios- viajó dos días después de su renuncia a México, donde permaneció asilado un mes para luego trasladarse a Buenos Aires, donde ya se encontraban sus hijos, que viven desde finales de noviembre en el país trasandino.