En medio de una aguda pobreza y una acelerada inflación, miles de militantes sociales y políticos que participaron durante tres días de una marcha de protesta que recorrió parte de Argentina confluían el jueves en la capital para sumarse a una manifestación en reclamo de más trabajo e ingresos y en contra del Fondo Monetario Internacional.
Buenos Aires recibió desde las primeras horas tres columnas con cientos de vehículos transportando manifestantes que ingresaron por distintos puntos de la ciudad. Los activistas se concentraron alrededor de las principales estaciones ferroviarias y tienen previsto protestar primero ante distintos organismos como el Ministerio de Economía, y luego agruparse en la Plaza de mayo frente a la Casa de Gobierno.
Los militantes llegados desde el norte y sur en la llamada “Marcha Federal”, que desde el martes se fue detuvieron en varias provincias donde organizaron protestas, le manifestarán al gobierno del presidente Alberto Fernández que no hay más margen para los ajustes económicos que le atribuyen al acuerdo alcanzado con Fondo Monetario Internacional.
También exigirán la creación de puestos de trabajo formales y mejores salarios en un contexto de aceleración de la inflación que ha licuado los ingresos de muchos argentinos.
“Nos movilizamos en rechazo a la política económica, al aumento de la pobreza y en repudio al acuerdo al que llegó Argentina con el FMI que va a traer mas calamidades al pueblo argentino. Hoy la mitad se encuentra por debajo de la línea de pobreza”, dijo a The Associated Press Marianela Navarro, del Frente de Organizaciones en Lucha.
Argentina está inmersa en un escenario de creciente suba de precios, un problema para el cual Fernández, un peronista que llegó al poder a fines de 2019, no encuentra solución. En marzo la inflación fue de 6,7%, la más alta en 20 años, y de 55,1% comparada con el mismo mes de 2021. En el primer trimestre del año acumuló 16,1%.
La pobreza, que se agudizó a causa de la pandemia de Covid-19, afecta a 37,3% de los argentinos, según datos del segundo semestre de 2021, pero analistas creen que se ha disparado por efecto de la inflación.
Participantes en la protesta cuestionaron el acuerdo suscrito con el FMI en marzo para refinanciar la deuda y la próxima llegada al país de técnicos del organismo que, según afirmaron, revisarán que el país haya cumplido con “órdenes” que implican “el achicamiento del gasto público”.
El acuerdo busca refinanciar una deuda de unos 45.000 millones de dólares tomada durante la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019) y contempla el cumplimiento de varias metas, como una reducción del déficit fiscal.
Los manifestantes señalaron que “la verdadera deuda es con el pueblo” y se quejaron de que presentaron propuestas al gobierno para generar “miles de puestos de trabajo genuino” sin haber recibido respuesta. Muchos de ellos marchaban portando pancartas y pecheras con consignas como “Trabajo con dignidad” y “Trabajo con todos los derechos”.
Estas agrupaciones -que son beneficiadas con precarios programas estatales de ayuda laboral- exigen mejores condiciones en el marco de esas ayudas mientras el Ejecutivo está cerrando aumentos salariales con sindicatos que representan a distintos sectores formales, con incrementos de hasta 60%.
Aumentaría valor de servicios
La protesta también se produce mientras las autoridades analizan subas en las tarifas de gas y luz y a pocas horas de que se conozca la tasa de inflación de abril, que estaría cerca del 6%.
Los reclamos se harán oír en momentos en que se dispararon las críticas por una parálisis de la gestión presidencial para resolver los problemas más acuciantes debido a la desgastante interna entre el mandatario -de gira por Europa durante esta semana- y la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), de tendencia más izquierdista y quien cuestiona el entendimiento con el FMI y reclama un giro en la política económica.
El ministro de Economía, Martín Guzmán -que tiene el respaldo del mandatario, ha ratificado el plan. El funcionario sostiene que el país necesita actuar con seriedad y alcanzar ciertos consensos, como la sostenibilidad fiscal, para lo cual es necesario ordenar las cuentas públicas.
Al respecto, Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, dijo a AP que “Guzmán está siguiendo el libreto del FMI” y que “la interna del gobierno es problema del gobierno, nuestros problemas son la falta de trabajo y una realidad que no se aguanta más”.
Belliboni dijo que si las demandas no son atendidas las protestas se multiplicarán.
Otras protestas se han sucedido en los últimos meses, varias de las cuales han colapsado Buenos Aires con campamentos callejeros de familias que reciben subsidios estatales que les resultan insuficientes.