Masivas protestas agudizan crisis política en Georgia
La decisión del gobierno de suspender su intento de adhesión a la Unión Europea ha llevado a miles de manifestantes a las calles, debido a que el gobierno ha estado orientando al país más hacia Rusia. Esta situación ha recordado lo que ocurrió en Ucrania en noviembre de 2013 cuando el entonces presidente del país, Viktor Yanuyovich, rechazó un acuerdo de asociación con Bruselas.
Tbilisi, la capital de Georgia, fue escenario de un cuarto día de protestas contra la decisión del gobierno de suspender las negociaciones para unirse a la Unión Europea. Las manifestaciones dejaron más de 40 personas heridas después de que la policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos, y recuerdan a lo ocurrido en Kiev en noviembre de 2013
Decenas de miles de manifestantes se congregaron el sábado por la noche frente al Parlamento, arrojando piedras y encendiendo fuegos artificiales. Una efigie del fundador del partido gobernante Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili –un multimillonario misterioso que hizo su fortuna en Rusia– fue quemada frente a la legislatura.
Más de 100 personas habían sido detenidas hasta el sábado por la noche, según el ministerio, que también dijo que varios policías resultaron heridos y que 42 de sus empleados habían resultado heridos desde que comenzaron las protestas.
Georgia se encuentra sumida en una crisis política desde la disputada victoria del partido Sueño Georgiano en las elecciones parlamentarias de octubre. El partido gobernante ha estado orientando al país hacia Rusia y China. La oposición georgiana, que afirma que las elecciones fueron amañadas y ha boicoteado la nueva sesión del Parlamento, busca estrechar los vínculos con Occidente.
La Constitución de Georgia estipula que el gobierno “tomará todas las medidas” para “garantizar la plena integración” en la Unión Europea y la OTAN. Los poderes oficiales del presidente del país son nominales, ya que el primer ministro dirige el gobierno, pero la presidenta Salomé Zourabichvili se ha convertido en una firme defensora de la oposición y ha acusado al gobierno de cometer un “golpe constitucional”.
El anuncio del jueves del gobierno, de suspender las negociaciones para unirse a la Unión Europea, se produjo horas después de que el Parlamento Europeo adoptara una resolución en la que criticaba las elecciones del mes pasado por considerarlas injustas y no libres. Afirmaba que las elecciones representaban otra manifestación del continuo retroceso democrático de Georgia, “del que el partido gobernante Sueño Georgiano es totalmente responsable”.
La UE otorgó a Georgia el estatus de candidato, en diciembre de 2023, con la condición de que cumpliera las recomendaciones del bloque, pero suspendió su adhesión y recortó el apoyo financiero a principios de este año tras la aprobación de una ley de “influencia extranjera”, considerada ampliamente como un golpe a las libertades democráticas.
Los diputados de la UE pidieron que se repitiera la votación parlamentaria en el plazo de un año, bajo una estricta supervisión internacional y a cargo de una administración electoral independiente. También pidió sanciones contra el primer ministro de Georgia, Irakli Kobakhidze, y otros funcionarios de alto nivel, incluido el multimillonario fundador del partido gobernante, Bidzina Ivanishvili.
Kobakhidze advirtió que “cualquier violación de la ley será respondida con todo el rigor de la ley”. “Tampoco podrán eludir su responsabilidad aquellos políticos que se esconden en sus despachos y sacrifican a miembros de sus grupos violentos para castigarlos severamente”, dijo en una rueda de prensa el domingo.
Según él, no es cierto que se haya paralizado la integración europea de Georgia. “Lo único que rechazamos es el chantaje vergonzoso y ofensivo que, de hecho, ha sido un obstáculo importante para la integración europea de nuestro país”.
El sábado, dijo que “entidades extranjeras” no especificadas deseaban ver la “ucranización” de Georgia con un “escenario al estilo Maidán”, una referencia a la revolución de Maidán de 2014 que derrocó al presidente ucraniano amigo de Moscú y desató una década de cambios trascendentales para Ucrania, que eventualmente condujo a su guerra actual con Rusia .
Kobakhidze también rechazó la declaración del sábado del Departamento de Estado de Estados Unidos de que suspendía su asociación estratégica con Georgia, y condenó la decisión de Georgia de detener sus esfuerzos por ingresar a la UE.
“Se puede ver que la administración saliente está tratando de dejarle a la nueva administración el legado más difícil posible. Lo están haciendo con respecto a Ucrania y ahora también con respecto a Georgia”, dijo Kobakhidze sobre Estados Unidos. “Esto no tendrá ninguna importancia fundamental. Esperaremos a la nueva administración y discutiremos todo con ellos”.
El ex ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, estableció paralelismos entre las acciones de las autoridades georgianas y el régimen de Viktor Yanukovich. El exjefe de la diplomacia ucraniana advirtió a los georgianos que no pierdan su libertad y sean absorbidos por Rusia.
Kuleba señaló que la Georgia de hoy se parece a la Ucrania de 2013. El jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania escribió sobre esto en X. El ministro señaló que, a pesar de las promesas de las autoridades georgianas de evitar el llamado “escenario ucraniano”, hoy Georgia está viviendo lo que ocurrió en Ucrania en 2013.
Dmytro Kuleba también comparó las acciones del primer ministro georgiano, Bidzin Ivanishvili, con las de Viktor Yanukovich. Esto porque, hace exactamente 11 años, en noviembre de 2013, Yanukovich anunció que no firmaría el acuerdo de asociación con la UE. Esto provocó protestas en todo el país.
“Su lucha hoy no se limita a ser proeuropea o prorrusa, sino que se trata del derecho fundamental a vivir en libertad. Sois una nación orgullosa. Luchen y ganen, no dejen que les roben su futuro”, se dirigió Dmytro Kuleba a los georgianos que participaban en la protesta.
“Está claro que los actuales dirigentes georgianos, la retórica que utilizan y las decisiones que toman se inclinan hacia Rusia”, afirmó al canal británico Sky News, Olesya Vartanyan, experta en seguridad y conflictos en la región.
“Esto se hizo más evidente con el inicio de la guerra en Ucrania, cuando Georgia tomó la decisión de no sumarse a algunas de las sanciones que Occidente impuso a Rusia.
“Nos dirigimos hacia Europa y Rusia nos amenaza con bombardeos; nos dirigimos hacia Rusia y Europa nos amenaza con ‘no les daremos de comer, no los ayudaremos’”, dijo a Sky News Marina Bachia, quien tiene un puesto en un mercado de la capital. “Somos una nación diminuta”, añade Marina. “Quien pueda ayudarnos, que lo haga. Pero a nadie le importa”.
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