La primera ministra británica, Theresa May, viaja este martes a Irlanda del Norte para discutir acerca de uno de los puntos que más complica al acuerdo del Brexit, evitar el restablecimiento de una frontera dura con la localidad una vez que inicie el divorcio de la Unión Europea.
Para ello, la autoridad se reunirá con empresarios de Irlanda del Norte para explicar los alcances del acuerdo y resolver sus inquietudes y presentará un discurso donde defenderá su compromiso con este tema.
Los diputados de Westminster le han pedido que obtenga concesiones sobre la salvaguarda (backstop), pensada para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas, clave para sus economías y para la marcha del proceso de paz.
Dicho mecanismo de seguridad establece que, si no hubiera un acuerdo comercial al final del periodo de transición todo el Reino Unido formaría una unión aduanera, pero Irlanda del Norte tendría un estatus especial más alineado con el mercado único europeo.
Además este jueves 7 de enero, May se reunirá el jueves en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por primera vez desde que el parlamento británico rechazo el acuerdo presentado por la UE.