El ataque aéreo ruso sobre Ucrania este domingo sacudió un frágil consenso entre el Grupo de las 20 principales economías (G20) que redactan su declaración conjunta en una cumbre anual de líderes, que se realiza en Río de Janeiro.

Los diplomáticos europeos familiarizados con las conversaciones estarían presionando para que se revise el lenguaje previamente acordado sobre el tema de los conflictos mundiales, después de que Rusia desencadenara su mayor bombardeo aéreo contra Ucrania en casi tres meses.

Tras la ofensiva, el gobierno de Joe Biden respondió levantando los límites previos a Ucrania en torno al uso de armamento de largo alcance, de fabricación estadounidense, para atacar en profundidad a Rusia.

La escalada del conflicto podría alterar un consenso muy reñido que los negociadores del G20 alcanzaron hacia las 5 de la madrugada del domingo, tras un esfuerzo nocturno por preparar la declaración conjunta para su revisión final por parte de los líderes que llegaban a la ciudad brasileña.

Ese acuerdo preliminar, tras seis días de negociaciones, contenía un lenguaje simplificado sobre los conflictos mundiales, incluida la guerra en Ucrania, centrado en la necesidad de negociar la paz en lugar de criticar a cualquiera de los participantes.

Sin embargo, según fuentes consultadas, incluso ese consenso “más sencillo” podría reconsiderarse ahora tras el ataque aéreo ruso y la perspectiva de una nueva escalada.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo en una conferencia de prensa del G20 en Río de Janeiro que seguía apoyando los esfuerzos en favor de una “paz justa” en la nación invadida.

“Nuestra posición ha sido muy clara en relación a (...) evitar una escalada permanente en la guerra en Ucrania”, remarcó.

Guerras y cambio climático

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó a periodistas en Buenos Aires que su enfoque es respaldar una respuesta ucraniana.

“Con lo que está sucediendo hoy, primero debemos equipar y permitir que Ucrania resista. Esta es la clave para los próximos días y las próximas semanas”, señaló el Mandatario antes de trasladarse hacia Brasil.

Por su parte, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, indicó en una entrevista a Globo TV que “estaremos al lado de Ucrania el tiempo que haga falta”.

Hasta el ataque aéreo del domingo, el elemento más difícil de las conversaciones en Río había sido el lenguaje compartido sobre el financiamiento para mitigar el calentamiento global, ya que las diferencias en las conversaciones sobre el clima de la ONU en Azerbaiyán se trasladaron a la cumbre del G20 en Brasil.

Las naciones ricas, especialmente las europeas, han estado presionando para que más países, como China y los principales productores de petróleo de Medio Oriente, hagan contribuciones obligatorias a los objetivos de financiación climática.

Para la declaración conjunta de los líderes del G20, sin embargo, Brasil y otras naciones en desarrollo habrían resistido a esa presión.

Dos diplomáticos afirmaron que los negociadores acordaron a primera hora del domingo un texto en el que se mencionan las contribuciones voluntarias de los países en desarrollo a la financiación de la lucha contra el cambio climático, sin llegar a calificarlas de obligatorias.