La huelga de seis días de los médicos internistas de Inglaterra es histórica porque es la más larga desde la creación del Servicio Nacional de Salud (NHS) en 1948. Piden una subida del sueldo del 35%. Mientras que el gobierno solo ofrece un 3% más el 8,8% que ya está pactado, o sea, cerca de un 12%. Una oferta importante, pero muy lejos todavía de la demanda de los sindicatos.
Los internistas señalan que desde el 2008 su poder adquisitivo ha disminuido un 26% por la subida del costo de la vida en el país. Las negociaciones entre gobierno y sindicato están completamente rotas en estos momentos.
Esta huelga afecta a unos 70.000 profesionales, que representan prácticamente la mitad de los médicos de la salud pública en Inglaterra, principalmente en los servicios de emergencia. Y ha obligado cancelar un millón doscientas mil operaciones, citas y procedimientos médicos.
Se trata además de unas fechas clave, tras las Navidades, cuando se reanudan las citas médicas, y en pleno auge de los casos de gripes y de Covid. Es un reflejo más del deterioro de la salud pública la última década y de las complicadas relaciones con el gobierno.