La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este sábado la evacuación de su personal del Hospital de Al Aqsa, en el centro de la Franja de Gaza, tras “días de combates con artillería” y a raíz de la orden de evacuación emitida por el Ejército de Israel.
“Tras días de combates con artillería en el área central de Gaza y tras los panfletos con la orden de evacuación lanzados a última hora de la mañana por las fuerzas israelíes para los barrios en los alrededores del Hospital de Al Aqsa, donde trabaja MSF, se ha tomado la difícil decisión de evacuar a su personal y a sus familias de la zona”, ha señalado.
La coordinadora de emergencias de MSF en el hospital, Carolina López, ha recalcado que “con pesar, hay que evacuar mientras pacientes, personal del hospital y muchas personas que buscan seguridad siguen en las instalaciones del recinto”.
“La situación se ha vuelto tan peligrosa que algunos miembros del personal que viven en las zonas de la zona no han podido abandonar sus casas por las constantes amenazas de drones y francotiradores”, ha agregado, antes de subrayar que “la atención al paciente se ha visto afectada con la reducción del personal”.
“Reiteramos que Israel tiene una obligación bajo el Derecho Internacional Humanitario de proteger a los pacientes y al personal que aún sigue trabajando en el único hospital que sigue funcionando en el centro de Gaza”, ha reseñado. El centro se encuentra en la ciudad de Deir al Balá.
MSF ha indicado que durante la jornada del viernes fue alcanzada con un disparo una pared en unidad de cuidados intensivos, mientras que durante los últimos días ha habido ataques con drones “a unos pocos cientos de metros del hospital”.
“Nadie está seguro y ningún lugar es seguro en Gaza. MSF sigue pidiendo urgentemente un alto el fuego sostenido para evitar más muertos y heridos”, ha indicado la organización no gubernamental a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social X.
El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras los ataques, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, según los balances publicados por las autoridades israelíes. Desde entonces han muerto más de 22.700 palestinos, incluidos 10.000 niños, tal y como han indicado las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista.