El difícil camino hacia una vida ajena a la política ha comenzado para la canciller alemana Angela Merkel. Los 13 años que lleva al mando de Alemania y los 18 años al frente de su partido Unión Cristiano Demócrata (CDU), pronto verán su fin. Sin embargo, las versiones sobre una posible incapacidad para continuar con su gobierno y, por ende, liderar su partido, fueron acallados hoy por la propia canciller.
"En primer lugar, en el próximo congreso de la CDU en diciembre en Hamburgo, no me presentaré nuevamente como candidata a la presidencia del partido", dijo Merkel, en una conferencia de prensa en Berlín. Luego señaló: "En segundo lugar, este cuarto mandato es mi último como canciller alemana. En las elecciones federales de 2021 no volveré a postularme como candidata a canciller, ni como candidata para el Bundestag, y ... no buscaré más cargos políticos", sentenció.
La decisión parece haberla tomado luego de los negativos resultados para la CDU y los partidos de su coalición (CSU y SPD) en las elecciones regionales en Hesse, el domingo. La CDU obtuvo apenas un 27%, su peor resultado en el estado desde 1966 y una caída de 11 puntos desde las últimas elecciones en Hesse, en 2013. La propia Merkel calificó los resultados como "decepcionantes y amargos".
Dos semanas antes, sus aliados bávaros de Unión Social Cristiana (CSU) también sufrieron una importante baja de 10 puntos en las elecciones en Baviera. Además, los socialdemócratas (SPD) han tenido que hacer frente a resultados incluso peores a los de los conservadores, lo que ha provocado especulaciones sobre un posible retiro del SPD de la coalición. Esto provocaría elecciones anticipadas. Sin embargo, la canciller aclaró que la decisión la tomó antes del verano (europeo).
Las cifras hablan por sí solas. En agosto de 2013, un mes antes de las elecciones, la CDU concentraba un 47% de respaldo. Hoy, según la última encuesta de ARD DeutschlandTrend, si las elecciones fueran ahora, la CDU obtendría un 26%.
"La coalición de CDU/CSU y SPD fue desde el principio una alianza obligada sin una visión con la que pudiera ganarse a la gente. Las luchas abiertas por el poder son lo que más enerva a los votantes, como muestran las encuestas", escribió la redactora jefa de Deutsche Welle, Ines Pohl.
Merkel siempre se había mostrado a favor de que fuera una misma persona quien ocupara la jefatura de la CDU y la cancillería. De hecho, ya había declarado su intención de postularse a la reelección en su partido. Sin embargo, ahora Merkel, de 64 años, reconoció errores que han provocado una falta de confianza entre los alemanes, y un agotamiento con respecto a su figura. Por eso, señaló que su decisión tenía como objetivo darle a su partido la oportunidad de "prepararse para el momento posterior a mí".
Los obstáculos
Merkel ha vivido varios momentos difíciles en sus 13 años de gobierno. Uno de los más importantes ocurrió 10 años después de haber llegado al poder, en 2015. Europa experimentaba su peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial y Angela Merkel rompió con su legendaria cautela y abrió las puertas de su país a unos 900.000 solicitantes de asilo. Aquello generó una tormenta política en Alemania y una continua baja en las encuestas.
Luego, el atentado terrorista en diciembre de 2016 alimentó el sentimiento antimigratorio. "¡Estos son los muertos de Merkel! ", tuiteó un integrante del partido ultraderechista AfD. "Ahora debemos cuestionar los riesgos que la llegada de un gran número de refugiados en el país nos despierta", dijo entonces el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann.
En septiembre de 2017, Angela Merkel fue reelecta con el 32,9% de los votos, la votación más baja de su "familia política" desde 1949. Y por si fuera poco, aquello significó seis meses de duras negociaciones para formar gobierno.
Con todo, la autoridad de Merkel se ha visto cada vez más desafiada. En septiembre de 2018, el legislador Volker Kauder, cercano a la canciller y presidente del grupo CDU/CSU en el Bundestag durante 12 años, fue derrocado, un hecho que fue leído como otro gran revés para Merkel.
Mientras, Merkel continuará como canciller y ya señaló que enfocará sus últimos esfuerzos en dos temas: el Brexit y las relaciones con Estados Unidos y Rusia.