La canciller alemana Angela Merkel reconoció el jueves en Jerusalén "la perpetua responsabilidad" de su país frente al antisemitismo y la xenofobia, durante una visita en la que se espera que la relación especial con Israel prevalezca sobre las divergencias.
Merkel, que llegó el miércoles por la noche a Israel en visita de una jornada, admitió que los dos gobiernos estaban lejos de tener las mismas opiniones, sobre el acuerdo nuclear iraní por ejemplo o sobre la colonización de Cisjordania, territorio palestinos ocupado por Israel desde 1967.
Pero destacó los puntos convergentes. Aunque ella y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tienen una "opinión diferente" sobre el dosier nuclear iraní, la "amenaza" que plantea Irán, en particular para Israel y por el hecho de su presencia en Siria, y "sobre el principio de que se debe hacer todo para impedir el desarrollo de armas nucleares (por Irán), estamos absolutamente de acuerdo", dijo Merkel.
La semana pasada, Netanyahu acusó abruptamente a los europeos de complacencia con Irán por sus esfuerzos para salvar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní y para esquivar las sanciones estadounidenses, convocando el recuerdo de la actitud europea ante el auge del nazismo.
Merkel recordó por su parte este oscuro periodo, pero para insistir en la fuerza de la particular relación entre los dos países.
"Don inestimable"
Merkel, al término de una visita al Memorial del Holocausto en Jerusalén, dijo que esta coincide con el próximo 80 aniversario de la noche de los Cristales Rotos, la erupción de la violencia antisemita instigada por el régimen de Hitler y la prefiguración del genocidio judío.
De este periodo "se deriva la perpetua responsabilidad de Alemania de mantener viva la memoria de este crimen y de oponerse al antisemitismo, a la xenofobia, al odio y a la violencia" escribió Merkel en el libro de honor del Memorial.
La visita de Merkel a Israel interviene en un contexto de preocupación por el nuevo repunte del antisemitismo en su país.
Hay "desgraciadamente mucho antisemitismo" en Alemania, afirmó Merkel poco antes de su visita. Pero, durante una ceremonia de atribución del título de doctor honoris causa de la universidad de Haifa el jueves, la canciller señaló el "milagro" que hoy representa la existencia de una comunidad judía "floreciente", parte de la "identidad" de Alemania.
Las relaciones con Israel son un "don inestimable, y un don improbable a la luz de nuestra historia", insistió.
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La primera ministra alemana, Ángela Merkel observa las fotografías de judíos muertos en el Holocausto. Reuters[/caption]
"Absolutamente falso"
Alemania representa el principal aliado de Israel entre las grandes potencias europeas. Pero la relación vivió una crisis abierta en 2017.
Berlín canceló entonces las consultas gubernamentales anuales, alegando problemas de agenda. Pero la decisión podría haberse debido a la adopción por parte de Israel de una ley procolonización y la exasperación ante el comportamiento del ejecutivo israelí.
Son precisamente esas consultas, en marcha desde hace una década, el motivo de la visita de Merkel.
Pese a la inminente entrada en vigor de las nuevas sanciones estadounidenses contra Irán o la delicada situación en el territorio palestino de la Franja de Gaza, en la reunión se hablará principalmente de economía, innovación, de lucha contra el antisemitismo, y de firma de acuerdos de cooperación.
No está prevista ninguna reunión con los palestinos, mientras que las perspectivas de una solución del conflicto están en su punto más bajo en años.
La suerte de la aldea beduina de Jan Al Ahmar, que Israel pretende demoler y que atrajo la atención de los europeos, parece estar en suspenso, después de que el ultimátum que Israel lanzó a los habitantes expirara el lunes.
La destrucción de esta comunidad de Cisjordania ocupada justo antes o durante la visita de Merkel podría tornarse en incidente diplomático, mientras que los europeos están pendientes del mensaje que la canciller pueda transmitir acerca del trato de esas minorías, de la colonización o de la solución de dos Estados.
Los habitantes de Jan Al Ahmar cuentan con la intercesión de Merkel.
Sobre este tema y sobre el conflicto con los palestinos en general, Merkel admitió sus divergencias con Netanyahu y repitió su adhesión a la solución de dos Estados: la creación de un Estado palestino que coexista con Israel.
Pero, según la canciller, es "absolutamente falso" decir que Berlín condicionó la llegada de Merkel a la no destrucción de Jan Al Ahmar antes o durante su visita.