El Gobierno de México ha anunciado este jueves que asumirá los gastos funerarios y de repatriación de los ciudadanos mexicanos fallecidos en el interior del remolque del tráiler abandonado en la localidad estadounidense de San Antonio, en Texas, el pasado 28 de junio.
El Instituto Nacional de Migración (INM) ha detallado en un comunicado que mantiene “una estrecha coordinación” con las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para brindar atención y respaldo a las familias mexicanas de quienes fallecieron “en esta tragedia”.
“El INM, a través de sus oficinas de representación en los estados del país, mantendrá comunicación con los parientes de las personas migrantes mexicanas acaecidas, con la finalidad de que a la brevedad posible puedan recibir los restos de sus seres queridos y llevar a cabo su sepelio en los lugares de origen”, ha anunciado el organismo.
El último informe de las autoridades estadounidenses aclara que 22 de las 53 personas muertas en el incidente tenían nacionalidad mexicana, un hecho que el presidente de México, Manuel Andrés López Obrador, lamentó el pasado miércoles.
“Quiero expresar mi más sentido pésame a familiares de migrantes mexicanos, hondureños y guatemaltecos que murieron asfixiados en un tráiler. Es una tremenda desgracia, esto ocurrió en San Antonio, Texas”, aseveró en su rueda de prensa diaria.
Por su parte, la Fiscalía mexicana anunció el pasado jueves que abrió una investigación en colaboración con el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos sobre el que es ya uno de los incidentes más mortíferos ocurridos en la frontera entre México y Estados Unidos relacionados con la emigración.