Un giro en 180° dio México respecto de la posición de los otros 13 países que conforman el Grupo de Lima, entre éstos Chile. El organismo se reunió este viernes en la capital peruana e instó a Nicolás Maduro a no asumir un nuevo mandato el próximo 10 de enero. Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no envió a su canciller a Lima y además no firmó la declaración conjunta del grupo.
La administración de AMLO consideró que el tipo de medidas adoptadas por el Grupo de Lima "obstaculizan el diálogo" y que no se debería aislar a Venezuela. "Hacemos un llamado a la reflexión del Grupo sobre las consecuencias que tendrían (las medidas) para los venezolanos". Eso sí, México permanecerá en el organismo.
En la declaración conjunta se sostiene que el Grupo de Lima desconoce la legitimidad de las elecciones celebradas en Venezuela en mayo de 2018 "por no contar con las garantías y estándares necesarios para un proceso libre, justo y transparente". En esos comicios, Maduro se declaró ganador con un 67% y gobernará hasta el año 2025.
Además, el organismo le exigió a Maduro que respete las atribuciones de la Asamblea Nacional "y le transfiera, en forma provisional, el Poder Ejecutivo".
Sin embargo, con la nueva posición de México, el Grupo pierde a una de las mayores potencias regionales. AMLO ha dicho que no interferirá en los asuntos de otros países, incluyendo a Venezuela. También los analistas esperan un cambio en la posición de Brasil, aunque en el sentido completamente opuesto al de AMLO. Esto, porque se piensa que Jair Bolsonaro podría persuadir al resto para adoptar medidas mucho más drásticas contra Caracas. De hecho, no invitó a Maduro a su cambio de mando, a diferencia de AMLO.
Acciones concretas
Otro de los aspectos que acordó el Grupo de Lima en su cita en Perú, fue revaluar las relaciones diplomáticas con Venezuela. Sobre lo anterior, se propuso impedir a altos funcionarios del gobierno venezolano el ingreso al territorio de los países del Grupo de Lima; determinar las entidades de ese país con las que no deberán operar financieramente y, de ser necesario, congelar sus fondos y otros activos económicos.
La idea de las 13 naciones es elevar la presión y el bloqueo internacional sobre la administración chavista con el objetivo de provocar la salida de Maduro del Palacio de Miraflores y restituir el orden democrático por medio de la destituida Asamblea Nacional, que estaba dominada por la oposición.
A través de Twitter, el canciller venezolano Jorge Arreaza condenó el encuentro del Grupo de Lima, que calificó como un conjunto de "gobiernos cartelizados contra Venezuela" que se reúnen para recibir órdenes de Donald Trump a través de su secretario, Mike Pompeo. "¡Vaya muestra de humillante subordinación!", dijo.
Pompeo participa en el encuentro
Por primera vez desde su conformación en 2017, la reunión del Grupo de Lima contó con la participación de Estados Unidos a través de su secretario de Estado, Mike Pompeo, quien se unió a la cita celebrada en la capital peruana a través de una videoconferencia.
El rol de Pompeo tuvo lugar tras semanas en las que varios países de la región han endurecido su discurso contra Caracas en el marco del inicio de un nuevo mandato de Nicolás Maduro. Pero no solo eso. El secretario de Estado también ratificó la intención de recuperar la democracia en Venezuela luego de un encuentro el miércoles con el Presidente de Colombia, Iván Duque.