La noticia se anticipaba incluso antes del balotaje del domingo pasado, donde Javier Milei, el polémico economista libertario que hizo su disruptiva llegada al poder a dos años de ser electo diputado. Daniel Scioli, exgobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato presidencial del peronismo en 2015, cuando fue derrotado por Mauricio Macri en 2015 por solo 600.000 votos –dentro de los 25 millones que sufragaron aquella vez–, quería mantenerse en la embajada de Brasil durante el próximo gobierno, independiente de quién ganara, consignó el sitio web trasandino, La Política Online (LPO).
Y, según numerosos medios locales, el objetivo se logró, siendo ratificado por el propio Javier Milei como el representante argentino en Brasil, repitiendo el cargo que Alberto Fernández, actual mandatario, le otorgó durante su gestión. Según comentaron fuentes cercanas al tema al diario El Observador, la sugerencia de mantener al actual embajador en el cargo, pese a sus diferencias políticas, provino del futuro ministro del Interior de Javier Milei, Guillermo Francos, amigo cercano del actual embajador desde hace más de 20 años.
Scioli incluso sonó como posible ministro de Turismo en el gobierno libertario que arribará al poder el próximo 10 de diciembre, según el medio televisivo C5N, que el sábado aseguró que “Daniel Scioli sería el nuevo Secretario de Turismo de Javier Milei”. Sin embargo, la noticia fue descartada por el propio embajador argentino en Brasil.
Scioli le dijo a LPO que está “ayudando en Brasil a encauzar todo esto”, dirigiendo su gestión actual y próxima a estabilizar la relación del país trasandino con el gigante sudamericano que, junto con China, son los dos principales socios de Argentina. Justamente, ambas naciones son las que más salieron a colación durante la campaña presidencial, y, de la vereda de La Libertad Avanza, no de la mejor manera.
Además de asegurar que durante un eventual gobierno libertario, Argentina como país –mas no los privados– no se relacionaría con la China comunista, también calificó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de “ladrón”, “un gran corrupto” y “comunista furioso”. Las declaraciones de Milei le abrieron un flanco diplomático incluso antes de que asumiera, considerando que a principios de la semana pasada, el ministro de la Secretaría de Comunicación Social de Brasil, Paulo Pimenta, dijo que Lula solo debería llamar al electo mandatario argentino si recibe un pedido de disculpa por sus insultos de campaña.
“Yo llamaría (a Milei), solamente después de que pida disculpas. Ofendió de forma gratuita al Presidente Lula. Él tiene que hacer un gesto, como presidente electo, de llamar para disculparse. Después de eso, sí, pensaría en la posibilidad de conversar”, dijo Pimenta a los periodistas en el Palacio de Planalto. Actualmente, el propio Scioli estaría intentando convencer a Lula de asistir al cambio de mando, detalló LPO.
Incluso, el asesor en política exterior de Lula, Celso Amorim, declaró al diario O Globo que Lula no iría a la ceremonia de asunción de Milei porque “fue ofendido personalmente”.
Según La Nación, Milei le habría enviado una carta al mandatario brasileño para invitarlo personalmente a su ascenso al poder, lo que se potenció con el viaje secreto de Diana Mondino, la futura canciller, a Brasilia para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira.
O Globo informó que “el primer viaje internacional de Mondino fue preparado en secreto en los últimos días, con el objetivo principal de limar asperezas entre el gobierno de Lula y el gobierno electo de la Argentina y así evitar un retroceso en la relación bilateral”, donde también se discutieron “aspectos de la relación bilateral y la actual etapa de las negociaciones Mercosur-UE”, según comentaron fuentes del Ministerio de RR.EE.
“Estimado Sr. Presidente”, empieza la carta, en una evidente diferencia a cómo lo había tratado semanas atrás. “Sé que usted conoce y valora cabalmente lo que significa este momento de transición para el recorrido histórico de la República Argentina, su Pueblo, y naturalmente para mí y el equipo de colaboradores que me acompañarán en la ya próxima gestión de Gobierno”, se lee en la misiva a la que tuvieron acceso algunos medios trasandinos.
“Ambas naciones tenemos muchos desafíos por delante”, señalaba, agregando que el presidente electo está “convencido de que un cambio en lo económico, en lo social y lo cultural, basado en los principios de la libertad, nos posicionará como países competitivos”.
Para subsanar la dañada relación, Scioli mantendría su puesto. De hecho, cuando Milei trató de “corrupto” a Lula, durante una entrevista con Jaime Bayly, el embajador salió de inmediato a cruzar al libertario. “Nuevamente, nos encontramos con una definición que es absolutamente errada, porque Lula no es ni comunista ni corrupto”, dijo en aquel momento Scioli.
Por otro lado, Javier Milei viajará este lunes a Estados Unidos, puntualmente a Nueva York, en una visita de carácter religioso, y a Washington, donde espera mantener reuniones con funcionarios estadounidenses. El mandatario electo viajará con Luis “Toto” Caputo, quien sería su ministro de Economía, y con Nicolás Posse, su más cercano colaborador. Y si bien aún no se ha confirmado, también buscarán conversar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), consignó Clarín.
Según el mismo medio, la visita al ente financiero sería clave para conseguir dinero fresco, pero también para renegociar el programa que quedó sin cumplir en los últimos meses, de la mano del llamado “plan platita” del actual ministro de Economía y excandidato presidencial peronista, Sergio Massa. La entrega de ayudas financieras eliminó toda posibilidad de cumplir con las pautas dadas por el FMI.