En un hecho histórico desde el regreso de la democracia en Argentina, el Presidente Javier Milei enfrentó desde el mediodía de este miércoles el paro general más rápido de los últimos años para un gobierno entrante. Sectores como el transporte, incluidos los colectivos (los buses públicos), trenes de pasajeros y el subte (metro), funcionaron hasta las 19:00 para luego detener actividades hasta las 00:00 de este jueves, momento en que finalizaba el paro. Otros, como los trenes de carga o los vuelos nacionales, se detuvieron por completo.

Así, semiparalizada, Argentina vivió su primer paro general convocado por la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) en la era Milei, el que incluyó una marcha hacia el Congreso, lugar en que se tramitaba minutos después de la movilización la “ley ómnibus”, el polémico paquete de reformas de corte libertario con el que el mandatario busca desregularizar la economía y, en un plazo de dos años, estabilizar la economía local.

Manifestantes protestan frente al Congreso en Buenos Aires, el 24 de enero de 2024. Foto: Reuters

A esta huelga –más precoz que la que enfrentó el expresidente radical Fernando de la Rúa, quien llevaba 77 días en el poder, en vez de los 45 de Milei, cuando la CGT llamó a paralizar– se sumaron gremios como la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) –cuyo líder, Luis Barrionuevo, había respaldado a Milei en campaña– la UOCRA, el gremio de los obreros de la construcción, y la Asociación Bancaria, entre otras agrupaciones, las que detuvieron sus actividades.

La razón, dijeron desde la CGT, era mostrar su molestia con el proyecto de Ley de “Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”, más conocido como la “ley ómnibus”, al aglutinar una serie de temas que afectan a los ciudadanos del país vecino. Pero también para protestar contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), paquete que ya está vigente, y que se mantendrá así a menos de que ambas cámaras del Congreso voten en contra.

El presidente de Argentina, Javier Milei, habla durante la 54ª reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM), en Davos, el 17 de enero de 2024. Foto: Reuters

Desde el Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, aseguran que asistieron entre 40.000 a 60.000 personas al escenario que la agrupación sindical montó en Buenos Aires. Por otro lado, la CGT manejaba números muy diferentes: estimaron que 600.000 personas marcharon en el centro porteño, mientras que aseguran que fueron 1.500.000 los manifestantes en todo el país. Cánticos como “la patria no se vende”, o “el que no salta votó a Milei” se escucharon entre los manifestantes, reportaron medios locales. Aunque hubo figuras destacadas de la política argentina.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, apareció en las calles porteñas. Pasado el mediodía, el llamado a ser el próximo líder del peronismo llegó al Congreso acompañado de parte de su gabinete. Horas antes, cuando se supo que asistiría a la movilización, Bullrich le envió un recado: “Como gobernador, tiene que hacer cumplir la ley, no violarla. Nos gustaría que esté trabajando y no yendo a una movilización”, señaló. También estuvo en el lugar Máximo Kirchner, el líder de La Cámpora e hijo de la expresidenta Cristina Kirchner, como se pudo apreciar en una publicación de X, antes Twitter.

Cerca de las 15:00 empezaron los discursos de los líderes de la CGT, pero el que más polémica causó fue el de Pablo Moyano, líder camionero. Desde la tarima instalada para ese objetivo, aseguró de forma amenazante que si Luis Caputo, ministro de Economía de Javier Milei, lleva adelante su programa de desregularización de la economía, los trabajadores “lo van a llevar en andas, pero para tirarlo al Riachuelo (el río Matanza-Riachuelo)”.

La escueta respuesta del ministro llegó desde redes sociales. “Espero que la justicia tome cartas en el asunto”. Moyano luego se excusó ante los medios locales, argumentando que se trató de una frase “metafórica”. “¿Te pareció desafortunado cuando Espert dijo bala o cárcel?”, señaló en referencia a un tuit de José Luis Espert, diputado de La Libertad Avanza, que defendió con esas palabras el protocolo antipiquetes que presentó la ministra Bullrich. “Muchísimos laburantes no pueden pagar el alquiler... ¡Una frase metafórica! ¡No lo vamos a tirar al Riachuelo!”, cerró.

Un manifestante envuelto en una bandera argentina se enfrenta a miembros de la policía frente al Congreso en Buenos Aires. Foto: Reuters

El dirigente de la CGT también tuvo palabras sobre la discusión de la ley ómnibus, que pasará a la Cámara de Diputados en los próximos días luego de que la Casa Rosada lograra el dictamen de mayoría durante la noche del martes.

“Hay que exigirles a los diputados de sus provincias que hacen campaña con cuadros de Perón y Evita, y cuando tiene que tratar una ley para rechazarla, porque va en contra de los trabajadores, se esconden y los tenemos que venir a buscar acá a su despacho”, disparó Moyano

El exdiputado y dirigente sindical de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad, Héctor Daer, planteó que “es necesaria la templanza para poder gobernar”.

Milei, en tanto, siguió el primer paro general durante su gestión desde la Quinta presidencial de Olivos. Según Clarín, la estrategia de la Casa Rosada se basó en diferenciar a las cúpulas sindicales de “la mayoría de los argentinos” que, según el Ejecutivo, “quiere trabajar y tener una jornada normal y en paz”.

Ese mensaje se bajó mediante frases a la prensa y tuits de sus funcionarios, con la canciller Diana Mondino subiendo fotos trabajando como en cualquier otro día, o Patricia Bullrich repitiendo en numerosas ocasiones que gran parte de los argentinos no adhirió al paro, agregando que “se alcanzaron los logros en materia de orden y seguridad para todos”, señaló la titular de la cartera de Seguridad. En la misma línea, el mismo periódico aseguró que el mandatario cree que la medida de fuerza del mundo sindicalista le podría beneficiar. “El paro será de utilidad para los ciudadanos que puedan identificar con claridad quiénes están a favor de una Argentina moderna y pujante y los que quieren mantener el statu quo”, le habría dicho a un colaborador cercano.

Según Clarín, entre los negocios de los centros comerciales barriales, tanto del Gran Buenos Aires como en la Capital Federal, no se vio una masiva adhesión. En el centro, en cambio, algunas tiendas cerraron antes del mediodía por temor a destrozos.

El paro general convocado por la CGT durante este miércoles fue el primero en casi cinco años, cuando se paralizó al país el 29 de mayo de 2019, durante la gestión del entonces presidente Mauricio Macri. Pese a los pésimos indicadores económicos y de pobreza registrados durante la administración del exmandatario Alberto Fernández, la colectividad gremial no llamó nunca a un paro total, lo que desató críticas en el oficialismo.

Hugo Yasky, diputado nacional por Unión por la Patria y secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), defendió la decisión, pese a que la inflación acumulada durante la pasada gestión fue del 814%, según los números del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

“Había paritarias y generación de empleo”, planteó el político en conversación con Radio con Vos. “Teníamos 150% de inflación y entre el 142% y en algunos casos un 158% de aumento salarial, porque teníamos paritarias. El Consejo del Salario se reunió cinco veces. Acá pedimos por carta documento que se reúna el consejo del salario”.

Sobre el salto desde el 70% de inflación mensual al 150% durante la gestión del exministro de Economía y excandidato del sector, Sergio Massa, Yasky señaló que “había generación de empleo, ahora no hay. Hay miseria escondida, no hay paritarias y no hay medidas que mitiguen lo que está haciendo Javier Milei”. En cambio, con el DNU y la Ley ómnibus, solo se generará “más miseria”, cerró.

Discusión parlamentaria

En el lugar en que miles se juntaron este miércoles, la noche del martes, el mileísmo conseguía imponer el dictamen de mayoría de La Ley ómnibus en la Cámara de Diputados. Victoria que no es definitiva, ya que se logró gracias a la ayuda de parte de la oposición “dialoguista”, aunque no todos en el Pro, la Unión Cívica Radical (UCR) y los bloques federalistas votaron de igual manera.

Pese a que en un principio el presidente Milei y compañía se mostraron obstinados en no modificar su propuesta inicial, el oficialismo terminó negociando varios cambios en el paquete de leyes. Esto le permitió, en parte, lograr el dictamen de mayoría con 55 firmas, 34 de ellas en disidencia parcial.

Miembros de la policía y de la Prefectura Naval montan guardia mientras los manifestantes se reúnen cerca del puente Pueyrredon en Buenos Aires. Foto: Reuters

Desde la Coalición Cívica ARI (CC), el jefe de bloque, Juan López, afirmó que “nosotros no podemos votarlo, por eso vamos a ofrecer nuestro propio dictamen, más serio, ordenado, pero sobre todo más justo”, consignó el periódico Clarín. La mayor traba en la CC son las facultades delegadas extraordinarias que tendría Milei, la actualización jubilatoria y la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. López forma parte de la llamada oposición “dialogante”, el bloque de partidos que conformaba a Juntos por el Cambio, coalición prácticamente deshecha luego de la victoria presidencial de Milei, en noviembre de 2023.

La oposición, en cambio, rechazó de plano la medida. “No estamos en función de un debate real, esta ley es horrible, e invotable. Estamos ante la delegación de facultades más escandalosa”, argumentó Germán Martínez, presidente de bloque del Frente de Todos.

Se esperaba que la iniciativa llegará este jueves a la Cámara de Diputados, tal como quería el mandatario Javier Milei. Pero el diario La Nación informó este miércoles de la postergación de la sesión para la semana próxima luego de que el Gobierno perdiera apoyo para aprobar el paquete económico del proyecto.

Asimismo, a pedido de la CGT, la Justicia invalidó seis artículos de la reforma laboral del mega DNU de Milei, indicó el periódico.