Decenas de miles de manifestantes marcharon el miércoles hacia la mítica Plaza de Mayo en Buenos Aires para apoyar al presidente argentino Alberto Fernández tras la derrota que sufrió la coalición gobernante en las elecciones de medio término.

Bajo el lema “Todos unidos triunfaremos”, sindicatos y organizaciones sociales convocaron a la marcha para celebrar el “Día de la militancia” y dar su apoyo a Fernández, después de que el Frente de Todos quedara debilitado tras las elecciones legislativas del domingo, en las que perdió el control sobre el Senado y quedó en paridad con la oposición en Diputados.

“Militar política es un enorme acto de amor. Militar es estar unidos (...) Damos inicio a esta segunda etapa de nuestro gobierno”, dijo Fernández durante el acto en el que fue el único orador.

“Tenemos dos años por delante y en ese tiempo voy a cumplir la palabra que empeñé en esta misma plaza frente a ustedes, de cumplir los objetivos que propuse. El triunfo no es vencer sino nunca darse por vencidos. Demostramos que no nos han vencido porque tenemos más ganas que nunca”, dijo a la multitud.

El mandatario Alberto Fernández, durante su discurso hoy en Plaza de Mayo. Foto: AP

Tras conocerse el resultado adverso para el oficialismo en las elecciones legislativas, el presidente dijo que convocará a los líderes de la oposición para consensuar proyectos.

“Es el momento oportuno para decirle al Presidente que no equivocó el rumbo”, dijo el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, según recoge el diario Clarín.

Agregó que “seguiremos trabajando para que los cambios en las políticas públicas lleguen con las respuestas que saben que en este presidente van a encontrar”.

El Congreso debe tratar próximamente desde reformas judiciales y tributarias hasta un eventual acuerdo para renegociar una deuda de 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), trámites que ahora podrían dificultarse para el Gobierno.

“Necesitamos de una vez por todas que ese crecimiento que tanto añoramos llegue a toda la patria”, afirmó Fernández.

Muchos expertos consideraron que la convocatoria a la marcha es una demostración de poder ante la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien el mandatario ha tenido recientes cortocircuitos.