La Misión Internacional independiente de Naciones Unidas para Venezuela documentó 11 casos relativos a 19 víctimas de violencia sexual durante el período posterior a las cuestionadas elecciones presidenciales y que le dieron la reelección al Presidente Nicolás Maduro en medio de las protestas de la oposicón.
En un informe el organismo de la ONU se presentan “conclusiones detalladas sobre las graves violaciones de derechos humanos y delitos cometidos en Venezuela contra personas opositoras o percibidas como tales durante el período comprendido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024″.
Los casos y situaciones documentadas por la misión en este período indican que personal de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), perpetraron la mayoría de los actos de violencia sexual y de género en contra de mujeres y niñas a las que se detuvo y se les estimagtizó como “guarimberas”, según reporta el diario local ‘El Nacional’.
La Misión de la ONU señala que las fuerzas de seguridad emplearon estereotipos de género para ejercer control, castigo y humillación contra mujeres, hombres e incluso niños y niñas: “Los insultos de ‘perra’ o ‘puta’ están destinados a reducir a las mujeres a su sexualidad, que es vista como algo inherentemente negativo y peligroso si no es controlado”, precisa el documento.
“Del mismo modo, los hombres fueron atacados por su orientación sexual con insultos homofóbicos que equiparan la homosexualidad con debilidad, y poniendo en duda su masculinidad como forma de humillación”, detalla.
Los actos de violencia sexual
Los actos de violencia sexual y basada en género que fueron investigados por la Misión de la ONU incluyeron amenaza de violación y de actos de violencia sexual; violencia sexual, incluyendo manoseo de senos, glúteos y genitales; desnudez forzada delante de custodios y otros detenidos de sexo opuesto, en ocasiones con obligación de realizar ejercicios físicos; requisas invasivas; explotación sexual y sexo transaccional coercitivo; insultos sexistas; y denegación de derechos sexuales y reproductivos.
“La Misión investigó el caso de una niña que sufrió malos tratos en detención pese a que había manifestado estar embarazada. La víctima fue obligada a hacer ejercicios físicos como saltar y trotar, mientras la amenazaban con hacerla abortar por ser una ‘puta perra’”, se detalla en el informe.
En el documento se consigna que hubo dificultades para obtener la información sobre los abusos, debido a que el acceso a las víctimas, testigos y familiares se restringió considerablemente. Muchas de las víctimas tenían miedo de denunciar y hablar con actores externos. Otras personas supervivientes de violencia sexual prefieren no hacer pública la violación de sus derechos. Además, algunas víctimas llegaron a normalizar ciertas violaciones a su integridad, como las requisas invasivas y actos de desnudez forzada cuando se hacen visitas a lugares de detención.
Hasta el 24 de agosto, la ONG Foro Penal reportó 226 mujeres y niñas detenidas, informó la Misión de la ONU. “En muchas ocasiones, las detenciones fueron acompañadas de violencia de género, especialmente en contra de mujeres y niñas, con un enfoque particular en la deshumanización y humillación de los y las detenidas”, aseveró.