Funcionarios rusos y medios de comunicación estatales restaron importancia a la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Ucrania el lunes, describieron a Kiev como una marioneta de Estados Unidos y sostuvieron que las fuerzas de Moscú se impondrán a pesar de las promesas de Washington de enviar más armas a Ucrania.
Biden se reunió con el mandatario ucraniano Volodimir Zelensky en la capital de Ucrania, en una muestra de solidaridad occidental con un país que sigue luchando contra lo que calificó de “guerra brutal e injustificada”, días antes del primer aniversario de la invasión rusa.
La visita también se produjo en vísperas del discurso sobre el estado de la nación del presidente ruso Vladímir Putin, que algunos en Rusia esperan que marque la pauta para el año que viene, incluida la empantanada campaña en Ucrania.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente, Dmitri Medvedev, afirmó que Biden había recibido “garantías de seguridad”.
Medvedev dijo que el mandatario estadounidense “prometió lealtad al régimen neonazi” -como los funcionarios del Kremlin se refieren al gobierno de Ucrania- y le prometió más armas, pero los millones de personas que abandonan Ucrania dan respuesta “a la pregunta de a quién pertenece el futuro”.
La televisión estatal rusa cubrió ampliamente la visita, y los presentadores dijeron que estaba claro que Biden “dirige las cosas” en Ucrania, lo que encaja en la narrativa del Kremlin de que el gobierno de Zelensky es un títere de Estados Unidos.
La agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti reportó que Vladímir Rogov, un funcionario instalado por Rusia en la región ocupada de Zaporiyia, dijo que Zelensky “parecía un sirviente al lado de Biden”.
Otros comentaristas señalaron que Biden podría buscar su reelección en 2024 y dijeron que su visita a Kiev dio el pistoletazo de salida a su campaña.
“Biden inició en Kiev su campaña electoral en el entorno más heroico para demostrar a todo el mundo que todavía puede ‘hacerlo como en los viejos tiempos’”, afirmó en Telegram el legislador ruso Konstantin Kosachev, quien añadió que “a Kiev no le quedó más remedio que llevar a la gente a una matanza sin sentido como parte de la campaña electoral de Biden”.