Fuerzas israelíes irrumpieron este miércoles en una importante ciudad palestina en Cisjordania para llevar a cabo arrestos a plena luz del día, desencadenando un intenso intercambio de disparos en el que al menos 10 palestinos murieron y decenas más resultaron heridos.

Se trató de una de las batallas más cruentas en casi un año de enfrentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, y aumentó la posibilidad de nuevos combates. La policía de Israel señaló que se encontraba en estado de alerta, mientras que, en Gaza, el grupo Hamas señaló que se “les estaba agotando” la paciencia. Yihad Islámica, otro grupo radical, prometió represalias.

Entre los muertos había dos hombres palestinos, de 72 y 61 años, así como un adolescente de 16, según funcionarios de salud.

El operativo de cuatro horas dejó un extenso sendero de daños en un antiguo mercado de Nablus, una ciudad considerada como bastión de combatientes.

En una emotiva escena, un médico abrumado por el momento declaró la muerte de un hombre, antes de darse cuenta que la víctima era su padre. Un video captado en el lugar mostraba a dos hombres, aparentemente desarmados, cuando eran baleados mientras corrían por la calle.

Israel ha intensificado sus operativos para arrestar a combatientes buscados por la ley en Cisjordania desde que individuos palestinos llevaron a cabo una serie de atentados en Israel el año pasado.

Funcionarios israelíes comparan estos operativos con “podar el césped”, asegurando que son necesarios para evitar que una situación complicada empeore. Pero las redadas han dado pocos resultados en reducir la violencia, y en casos como el operativo del miércoles, aumentan la posibilidad de represalias.

Las fuerzas armadas de Israel informaron que ingresaron a Nablus para arrestar a tres hombres sospechosos de realizar atentados. El sospechoso principal era buscado por el asesinato de un soldado israelí a finales del año pasado.

Por lo general, las fuerzas armadas llevan a cabo sus operativos durante la noche, en lo que describen como una táctica para reducir el riesgo de que se registren bajas civiles. Pero el portavoz del ejército, teniente coronel Richard Hecht, dijo que sus fuerzas actuaron con rapidez después de que los servicios de inteligencia ubicaron a los sospechosos en un escondite.

Hecht dijo que las fuerzas israelíes rodearon el edificio y les exigieron a los hombres que se rindieran, pero en su lugar comenzaron a disparar. Un combatiente que intentó huir del edificio fue abatido a disparos. Añadió que las fuerzas armadas posteriormente lanzaron un misil que derribó el inmueble y cobró la vida de los otros dos hombres.

Al mismo tiempo, señaló, los elementos que habían instalado un perímetro exterior fueron atacados por disparos, lo que desencadenó un intenso tiroteo. El ejército señaló que otras personas les arrojaron piedras y explosivos a los soldados, y las autoridades dieron a conocer un video grabado desde el interior de un vehículo blindado mientras jóvenes palestinos le lanzaban piedras. No hubo víctimas israelíes.

La gran cantidad de heridos saturó el Hospital Najah de la ciudad, dijo Ahmad Aswad, director de enfermería del departamento de cardiología.

El médico de 36 años dijo a The Associated Press que vio a muchos pacientes con impactos de bala en el pecho, la cabeza y los muslos. “Tiraron a matar”, afirmó.