Un grupo de mujeres y activistas de la sociedad civil afganas han salido este viernes a las calles de la capital de Afganistán, Kabul, para reclamar ser incluidas en el futuro gobierno de los talibanes, también en puestos de toma de decisiones.
La manifestación se realizó un día después de la protesta registrada en la ciudad de Herat por el mismo asunto, mientras los insurgentes continúan esbozando su ejecutivo, del que ya han avanzado, no obstante, que “podría” no haber mujeres en puestos prioritarios.
Las manifestantes han pedido a los fundamentalistas y a la comunidad internacional que preserven los logros de los últimos 20 años en materia de libertad para las mujeres a nivel político, social y económico, según ha recogido la cadena afgana Tolo News.
“Ninguna sociedad puede progresar si las mujeres no tienen un rol activo”, ha señalado la activista Tarannom Saidi, que ha pedido “considerar” la participación de las mujeres en el gobierno talibán. “Queremos trabajar como los hombres bajo la ley islámica”, ha agregado otra activista, Razia.
Los talibanes han prometido que las mujeres no perderán derechos, o al menos no retrocederán a la irrelevancia que tenían en 2001, durante la anterior etapa del conocido como Emirato Islámico. Sin embargo, han dejado claro que la “sharia” o ley islámica será la línea roja que tendrán en cuenta.
La comunidad internacional, con Naciones Unidas a la cabeza, ha pedido que se respeten también los derechos de todos los sexos. La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Pramila Patten, advirtió esta semana de que la incorporación de mujeres en la futura administración será una “prueba de fuego” para constatar el verdadero compromiso de los talibán con los derechos y las libertades.