Una decena de mujeres centroamericanas, integrantes de la caravana migrante que salió de Honduras hace más de un mes, anunciaron este jueves una huelga de hambre para presionar  a las autoridades migratorias de México y Estados Unidos, mientras su albergue se deteriora por las fuertes lluvias.

"En vista de que poco se nos ha escuchado, hemos decidido, el movimiento de  mujeres (...) que vamos a la huelga de hambre", dijo la hondureña Claudia  Miranda, durante una conferencia de prensa improvisada en plena calle en  Tijuana, una ciudad del noroeste de México fronteriza con Estados Unidos a la  que han llegado más de 6.000 migrantes centroamericanos.

Representando a una decena de mujeres que portaban banderas blancas,  Miranda explicó que buscarán que otras centroamericanas se unan a la huelga,  que pretendían comenzar con un plantón frente a oficinas migratorias. Sin  embargo, un fuerte bloqueo policial les impidió el paso.

Para protestar contra el bloqueo, ocho activistas de derechos humanos se  declararon también en huelga de hambre, incluyendo a Irineo Mujica, de la ONG  Pueblos Sin Fronteras y quien ha sido portavoz de la caravana.

Las mujeres piden al Instituto Nacional de Migración de México "agilizar  las visas humanitarias" para poder acceder a empleos legales y pagarse una vivienda, dijo Miranda.

Muchos en la caravana están tramitando una visa humanitaria que les permita  permanecer y trabajar en México legalmente, un proceso que puede llevar varias  semanas.

Los miles de migrantes, la mayoría familias hondureñas con niños, viven  desde hace dos semanas a la intemperie en un albergue improvisado por las  autoridades en un espacio deportivo ubicado en un barrio marginal de Tijuana.

Este jueves, el refugio se convirtió en un lodazal tras la fuerte lluvia  que cayó casi todo el día sobre la ciudad. La basura flotaba en los charcos que  empaparon las colchonetas y cobijas puestas al ras del suelo terroso, y las  infecciones respiratorias de muchos niños empeoraron.

Ante la crisis, las autoridades locales trasladan en buses a muchos de los  migrantes a un albergue alternativo para pasar la noche.

"Con el corazón"

"A Estados Unidos le pedimos con todo el corazón, de parte del movimiento  de las mujeres de diferentes partes de Centroamérica, que por favor agilice el  asilo político, (que los turnos sean) de 50 en 50 para que podamos entrar,  trabajar y demostrarles que en realidad no somos delincuentes", dijo Miranda.

La caravana recorrió más de 4.000 km con la esperanza de vivir en Estados  Unidos, lejos de la pobreza y violencia en sus países.

Pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los acusa de querer  perpetrar una "invasión" a su país y les obliga a permanecer en México mientras  solicitan el asilo, uno a uno, en oficinas fronterizas.

Para este trámite existe una lista de espera de más de 5.000 personas,  incluyendo a migrantes de otros países que llegaron a Tijuana hace tiempo.

Las mujeres centroamericanas también solicitaron a Andrés Manuel López  Obrador, que asume la presidencia de México este sábado, que siga garantizando  su seguridad.

"Le recordamos que está firmado ese convenio" con el gobierno saliente,  subrayó Miranda.

El domingo pasado, las fuerzas estadounidenses dispararon balas de goma y  gases lacrimógenos contra unos 500 migrantes que intentaron cruzar a la fuerza  el muro fronterizo.