Centenas de miles de estadounidenses de todas las edades, cansados de los tiroteos y matanzas en escuelas, ocuparon ayer las calles de Washington y numerosas otras ciudades del país para exigir la adopción de controles más rígidos de acceso a las armas de fuego.
La "Marcha por nuestras vidas" fue convocada y organizada por jóvenes estudiantes, ya hartos de la constante violencia con armas de fuego, que dejan unos 30.000 muertos a cada año en el país. Pero multitudes de adultos se sumaron a las manifestaciones, en lo que ya se considera una de las mayores protestas en al menos una generación.
Fuentes ligadas a la organización de la protesta dijeron a la red de TV NBC que la manifestación de ayer en Washington reunió por lo menos 800.000 personas. Centenares de marchas se registraban durante la jornada en ciudades como Nueva York, Atlanta, Boston, Chicago, Cincinnati, Dallas, Houston, Miami, Minneapolis, Nashville y Seattle, entre muchas otras, así como en Londres, Reino Unido, y en varias ciudades de Canadá.
Los oradores más ovacionados en Washington fueron los sobrevivientes de la masacre del mes pasado en un colegio de secundaria en Parkland, Florida, donde 14 estudiantes y tres adultos fueron muertos a balazos. "Súmense a nosotros o preocúpense, porque los electores van a hablar", dijo Cameron Kasky, sobreviviente de esa matanza.
En el escenario principal, en el centro de Washington, los oradores se alternaban al micrófono con presentaciones de músicos como Ariana Grande, Demi Lovato, Miley Cyrus y Jennifer Hudson. En Nueva York, la marcha incluyó al músico Paul McCartney, quien caminaba en medio de la multitud.