Naciones Unidas se ha mostrado preocupada el lunes por los feroces combates reportados en el este de Ucrania, en Lugansk, Donetsk y Járkov, que están matando, hiriendo a personas, y dañando o destruyendo hogares, edificios residenciales e infraestructura civil.

“En la parte de Lugansk controlada por el Gobierno, las autoridades locales informaron de que, el 21 de mayo, se destruyó un puente que conducía al centro administrativo de Sievierodonetsk. Esto dejó a la ciudad parcialmente rodeada accesible por una sola carretera”, explicó en rueda de prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.

Pese a que “algunas personas lograron salir” de Sievierodonetsk durante el fin de semana, Dujarric ha advertido que las autoridades locales estiman que miles de civiles “permanecen en la ciudad afectada por la guerra y requieren de apoyo urgente”.

“Nuestros colegas humanitarios también nos dicen que se reportaron bombardeos y ataques aéreos en otras áreas de Ucrania, incluso en el norte, centro y sur, que se cobraron vidas civiles y dañaron la infraestructura civil”, agregó, recordando las obligaciones de las partes en virtud del Derecho Humanitario.

Consultado por la dimisión de Boris Bondarev, diplomático de la misión rusa ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Dujarric no se ha pronunciado, argumentando que no comentan “sobre decisiones personales” por parte de los diplomáticos.