El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo este lunes un llamado a Rusia a reanudar el acuerdo que permitía los envíos de granos desde los puertos ucranianos en el Mar Negro, afirmando que de lo contrario, los países más hambrientos del mundo sufrirán las consecuencias.
“Los más vulnerables pagarán el precio más caro” por el colapso del acuerdo, declaró Guterres en Roma, al inaugurar una cumbre alimenticia de tres días. Lamentó que desde ya se están viendo los efectos en precios más altos de trigos y granos.
Los precios del trigo han aumentado más del 14% desde el lunes pasado, cuando Rusia se retiró del acuerdo, y los del maíz han subido más de 10%.
Tanto Rusia como Ucrania “son esenciales para la seguridad alimenticia mundial”, sostuvo Guterres. Notó que históricamente, esos dos países han suministrado el 30% de las exportaciones globales de trigo y cebada, una quinta parte del maíz y más de la mitad de todo el aceite de girasol.
“Por mi parte, sigo comprometido a facilitar el acceso irrestricto a los mercados globales para los productos alimenticios tanto de Ucrania como de la Federación Rusa y facilitar la seguridad alimentaria que toda persona merece”, añadió Guterres.
“Insto a la Federación Rusa a restablecer la Iniciativa del Mar Negro, que se ajusta a mi propuesta más reciente”, dijo Guterres, al pedir a la comunidad internacional que se una para hallar una solución al tema.
La negativa de Rusia a renovar el acuerdo provocó su colapso a inicios de este mes. Rusia informó que la iniciativa quedará suspendida hasta que se cumplan las demandas de impulsar las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes.
El pacto había sido mediado por Naciones Unidas y Turquía como una manera de mantener el flujo de granos hacia los países en desarrollo, especialmente en África y el Medio Oriente, a pesar de la guerra desatada por Moscú contra Ucrania en febrero de 2022.
Cuando se logró el acuerdo sobre los granos, el Programa Mundial de Alimentos recuperó uno de sus máximos surtidores, permitiendo que 725.000 toneladas métricas de alimentos humanitarios salgan de Ucrania con destino a países al borde de la hambruna como Etiopía, Afganistán y Yemen.