Luego de que se concretara la detención en contra de la expresidenta de Bolivia, Jeanine Añez, la misión de Naciones Unidas en ese país emitió una declaración en la que manifestó la importancia de que en el juicio de la exautoridad se garantice el debido proceso.

Esto implica, sostuvo el organismo, “asegurar que toda persona cuente con una defensa adecuada y sea sometida a un juicio justo, independiente e imparcial en el que se garantice la publicidad del proceso y no se empleen tipos penales ambiguos o desproporcionados”.

“Esta posición la sostuvimos en el Informe sobre la situación de los derechos humanos tras las elecciones de 2019, en el que se formulan recomendaciones que promueven cambios estructurales para atender las causas profundas de las violaciones de derechos humanos y asegurar su no repetición”, agregan.

En paralelo, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, dijo que “las órdenes de captura contra Áñez y sus ministros no contienen ninguna evidencia de que hayan cometido delito de terrorismo, que se presta a arbitrariedades”.

La detención de la exMandataria se realizó durante la madrugada de hoy con base en una demanda de sedición y terrorismo que investiga la Fiscalía boliviana en relación con la crisis política de 2019, que precipitó la renuncia del entonces presidente Evo Morales.