El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció que reforzará la ofensiva contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) si no se liberan los rehenes en Gaza, tras reanudarse los bombardeos luego del fin del alto el fuego en el enclave palestino.

En su intervención ante el Parlamento israelí expresó que “cuanto más persista Hamas en su rechazo a liberar a nuestros rehenes, más fuerte será la presión que ejerceremos”.

Netanyahu también dejó en claro que esta presión incluirá acciones concretas al sostener que “le digo esto a mis colegas en la Knéset (el Parlamento israelí) y también se lo digo a Hamas: esto incluye la captura de territorios, junto con otras medidas sobre las que no me explayaré aquí”.

Horas antes, Hamas había lanzado una advertencia al señalar que los rehenes podrían morir si Israel intenta liberarlos por la fuerza o si continúa con los ataques en Gaza.

El movimiento islamista aseguró que estaba haciendo “todo lo posible” para mantenerlos con vida pero señaló que “los bombardeos sionistas arbitrarios están poniendo en peligro sus vidas”.

“Cada vez que la ocupación intenta recuperar a sus cautivos por la fuerza acaba por traerlos de vuelta en féretros”, enfatizó Hamas.

La semana pasada, Israel reanudó los bombardeos aéreos y las operaciones terrestres en la Franja de Gaza. Estas acciones marcaron el fin de una breve etapa de relativa calma que había seguido a un alto al fuego pactado con Hamas en enero. El reinicio de los ataques intensificó el conflicto en la región y la crisis humanitaria, elevando aún más la cifra de víctimas fatales entre los civiles gazatíes.

El martes grupos de palestinos protagonizaron una manifestación en Gaza, específicamente en la ciudad de Beit Lahia, para exigir el retiro de Hamas del poder y reclamar el fin del conflicto con Israel. Los manifestantes exigieron el fin del gobierno de la milicia islamista y expresaron que quieren vivir en paz, al tiempo que denunciaron que miembros de las fuerzas de seguridad de Hamas vestidos de civil disolvieron la protesta.

En Israel, Netanyahu celebró las protestas y afirmó ante el Parlamento que “cada vez más gazatíes se dan cuenta de que Hamás implica destrucción y ruina”.

“Todo esto prueba que nuestra política funciona”, argumentó el jefe de gobierno israelí, que también enfrenta masivas manifestaciones contra la reanudación de la ofensiva en Gaza y la destitución reciente del jefe del Shin Bet, la agencia de seguridad interior.

Las conversaciones para ampliar la tregua en Gaza, interrumpida por Israel el pasado 18 de marzo tras dos meses en vigor, se encuentran en punto muerto. Esto se debe a la negativa de Israel de cumplir con la segunda fase del acuerdo inicial, la cual contemplaba su retirada del enclave, y al rechazo de Hamas a las nuevas propuestas presentadas durante las negociaciones.