El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, comunicó este lunes a su principal aliado, Estados Unidos, que la represalia contra Irán por el ataque con misiles llevado a cabo hace dos semanas tendrá solo objetivos militares y no afectará al programa nuclear iraní ni a infraestructuras petrolíferas, según han informado medios internacionales, entre ellos ‘The Washington Post’.
El Presidente estadounidense, Joe Biden, ha instado a Netanyahu a evitar un ataque contra Irán que afecte a instalaciones relacionadas con el programa nuclear o su sector petrolero, por temor a su impacto en el mercado mundial del crudo que haga subir los precios y pueda afectar la campaña electoral de la vicepresidenta demócrata Kamala Harris a la Casa Blanca.
Netanyahu ha prometido responder al ataque de Irán. Sin embargo, no ha confirmado cuándo ni cómo se llevaría a cabo, en lo que supondría una nueva escalada del creciente conflicto en Medio Oriente.
El plan del premier israelí de atacar solo objetivos militares, como hizo la nación hebrea tras el ataque iraní de abril, fue recibido con alivio en Washington, según el Post.
Estados Unidos mantiene desde hace días diálogo con Israel sobre esa respuesta, ya que Washington espera influir en su forma para asegurarse de que es proporcional y no supone una escalada que desemboque en una guerra regional con impacto directo en las elecciones.
Mientras, Israel ha ampliado el radio de acción en su guerra contra la milicia libanesa de Hezbolá, respaldada por Irán, tras matar a 21 personas en un ataque aéreo contra la aldea de Aitou, de mayoría cristiana, en el norte del país.
Y en Gaza, se informó que al menos tres palestinos murieron y cuatro resultaron heridos en otro bombardeo israelí contra el colegio Hafsa al Fawqa en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de Gaza.
Es el segundo ataque contra un colegio de la Franja en 24 horas. Mientras, la Unión Europea ha reiterado a Israel que frene los “inaceptables” -término usado por diversos ministros de Exteriores este lunes al comienzo de su encuentro en Luxemburgo- ataques contra los cascos azules en Líbano, que el alto representante Josep Borrell ha considerado como “otra línea roja” cruzada por el ejército de este país.
Consejo de Seguridad
A la vez, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresó el lunes su honda preocupación por los ataques contra varias posiciones de la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en el sur del Líbano, en medio de los enfrentamientos entre el Ejército israelí y Hezbolá.
En una declaración adoptada por consenso, los 15 miembros del organismo instaron también a todas las partes -sin nombrarlas- a respetar la seguridad del personal y las instalaciones de la misión de paz, conocida como Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL).
“El personal de mantenimiento de la paz y las instalaciones de la ONU nunca deben ser objeto de un ataque”, declaró el Consejo de Seguridad, reiterando su apoyo a la FPNUL y la importancia de la operación para la estabilidad regional.