El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, subrayó este domingo que los retrasos en el inicio de la ofensiva militar a gran escala sobre la región de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, no se deben a las presiones de Estados Unidos, al Ramadán o a ninguna “vacilación”.
“Hay que hacer ciertos preparativos. No tardará mucho. Nada nos detendrá, ni siquiera la presión de Estados Unidos”, afirmó Netanyahu en una comparecencia pública desde Jerusalén justo antes de someterse a una operación quirúrgica por una hernia, según recoge el diario The Times of Israel.
En particular Netanyahu se refirió a la abstención estadounidense que permitió la aprobación de una resolución en el Consejo de Seguridad pidiendo un alto el fuego en Gaza. “No aprecio la decisión del Consejo de Seguridad. Creo que es una decisión lamentable (...). Por eso pensé que debía mandar un mensaje claro al respecto”, declaró. “Lucharemos con nuestras propias uñas si tenemos que hacerlo”, aseveró.
Netanyahu subrayó así que las Fuerzas Armadas israelíes van a entrar en Rafah y van a evacuar a la población civil y a distribuir ayuda humanitaria. “Es lo correcto a nivel operativo e internacional. Lleva tiempo, pero se va a hacer”, señaló.
En cuanto a las negociaciones, Netanyahu aseguró que han mostrado “flexibilidad” mientras que Hamas está endureciendo su postura y pidiendo el regreso de los gazatíes al norte de la Franja de Gaza sin controles, “incluidos terroristas de Hamas”. “¿Si cedemos a una nueva demanda cada dos días estaremos más cerca del acuerdo? (...). Eso solo haría más y más difícil la vuelta de los rehenes a casa”, aseguró.
Protestas contra el gobierno
El dirigente israelí se ha referido también a las protestas y manifestaciones cada vez más multitudinarias para exigir un acuerdo para la liberación de los rehenes y la convocatoria de elecciones anticipadas. Así aseveró que “comprende” la “desesperación” de las familias y que “harían cualquier cosa para que volvieran”.
“Como primer ministro de Israel estoy haciendo todo lo que puedo y voy a hacer todo lo que pueda para traer a casa a nuestros seres queridos (...). Siempre que tenemos información precisa y lo permiten las condiciones operativas yo apruebo las operaciones de rescate”, argumentó antes de defender de nuevo la estrategia de “presión militar y negociaciones”.
Quienes dicen que no está haciendo todo lo posible para que los secuestrados vuelvan a Israel “causan una agonía innecesaria a las familias de los rehenes”.
Netanyahu responde así a voces como la del líder de la oposición, Yair Lapid, quien aseguró este mismo domingo que “lo único importante para Netanyahu es permanecer en el poder”. “Destruye las relaciones con los estadounidenses, destruye el sistema de seguridad, abandona a los rehenes y ayuda a quienes quieren librarse del servicio militar. Todo por la política, nada por el país”, añadió.
Lapid concluyó que “no podemos vivir así”. “No tenemos que hacerlo. Podemos vivir de otra forma. Podemos seguir de otra forma. Somos una democracia y por eso hay una herramienta que cambia la realidad. Se llama elecciones. ¡Elecciones ya!”, señaló.
Sin embargo, Netanyahu respondió en su comparecencia a este argumento: “Hamas sería el primero en celebrar” la convocatoria de elecciones anticipadas en Israel. “Paralizaría las negociaciones para liberar a nuestros rehenes y pondría fin a la guerra antes de que se logren los objetivos (...). El primero en celebrarlo sería Hamas y eso lo dice todo”, recalcó.
Sobre su operación de hernia reprochó a la prensa las informaciones difundidas sobre su estado de salud y aseguró que “voy a volver a la acción muy rápidamente”.