Los equipos israelíes se reunieron el jueves para discutir las propuestas estadounidenses de alto el fuego con Líbano y continuarán las discusiones en los próximos días, dijo el viernes el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que añadió que apreciaba los esfuerzos de Estados Unidos.
“Nuestros equipos se reunieron (el jueves 26 de septiembre) para debatir la iniciativa estadounidense y cómo podemos avanzar en el objetivo compartido de devolver a la población a sus hogares en condiciones de seguridad. Continuaremos estas conversaciones en los próximos días”, afirmó en un comunicado.
Los comentarios ocurrieron después de que el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, dijera el jueves que no habría alto el fuego en el norte, donde los aviones israelíes han estado llevando a cabo el mayor bombardeo contra el movimiento Hezbolá, respaldado por Irán, en décadas.
El jueves, después de que Netanyahu partiera hacia Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de las Naciones Unidas, su oficina emitió un comunicado en el que afirmaba que el primer ministro había ordenado a los militares israelíes que continuaran combatiendo con toda su fuerza en Líbano.
El comunicado de Netanyahu no hacía referencia a los comentarios de Katz y otros políticos israelíes, que también han rechazado un alto el fuego, y se limitaba a decir que había habido “mucha información errónea en torno a la iniciativa de alto el fuego liderada por Estados Unidos”.
“Israel comparte los objetivos de la iniciativa liderada por Estados Unidos de permitir a la población de nuestra frontera norte regresar a sus hogares de forma segura y protegida”, afirma el comunicado.
“Israel aprecia los esfuerzos de Estados Unidos en este sentido porque el papel de Estados Unidos es indispensable para hacer avanzar la estabilidad y la seguridad en la región”, añadió.
Las fuerzas israelíes llevan casi un año intercambiando fuego a diario con las fuerzas de Hezbolá en el sur de Líbano desde que el grupo respaldado por Irán lanzó una andanada de misiles contra Israel inmediatamente después del ataque dirigido por Hamás contra Israel el 7 de octubre.
Decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera han huido de sus hogares, dejando amplias zonas prácticamente desiertas, e Israel ha declarado que uno de sus objetivos de guerra es devolver a los evacuados a sus hogares.
Los ataques israelíes de la última semana han alcanzado cientos de objetivos en el sur de Líbano y en zonas mucho más profundas del país, matando a más de 600 personas.
Al mismo tiempo, Hezbolá ha disparado cientos de cohetes y misiles contra objetivos en Israel, incluido uno contra Tel Aviv. Los sistemas de defensa antiaérea de Israel han interceptado muchos de los misiles, garantizando que los daños hayan sido relativamente limitados. (Información de James Mackenzie; edición de Jacqueline Wong; editado en español por Mireia Merino)