El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, realizó una rueda de prensa para informar del ataque sobre Al Mawasi, cerca de Jan Yunis, en la Franja de Gaza, y explicó que no está “totalmente seguro” de que el objetivo, el comandante del ala militar de Hamás, Mohamed Deif, haya muerto en el mismo. Las autoridades gazatíes denuncian 90 muertos, la mayoría mujeres y niños.
“No es totalmente seguro que Deif y (Rafa’a) Salamé hayan sido eliminados, pero puedo garantizar que llegaremos a la cúpula de Hamás de un modo u otro”, aseguró en la que supone la primera comparecencia oficial en rueda de prensa de Netanyahu desde marzo. Así, planteó que irán a por los dirigentes de Hamás “del primero al último”.
Netanyahu destacó que Deif es “uno de los líderes de la matanza del 7 de octubre”, el “arquitecto” del ataque. “Sus manos están manchadas con la sangre de muchos israelíes”, ha explicado.
El mandatario israelí compareció desde la sede del Ministerio de Defensa en Tel Aviv. Allí explicó que dio su aprobación para el ataque tras recibir garantías de que no había rehenes en la zona, sobre los posibles daños colaterales y sobre el tipo de bombas que se utilizarían.
Además, destacó que este ataque fue posible porque sortearon la presión para poner fin a la ofensiva de forma prematura y al trabajo de los servicios de inteligencia.
Netanyahu reiteró los objetivos irrenunciables de la “guerra”: “destrucción de Hamás, liberación de los rehenes” y evitar cualquier futura amenaza procedente de Gaza.
Para el mandatario, esta operación sirve además como mensaje de disuasión para Irán frente a la “amenaza existencial” que pesa sobre Israel desde el 7 de octubre. La victoria frente a Hamás es “una condición primordial y crucial para la victoria sobre el eje iraní en su conjunto, contra el eje del mal en su conjunto”.
Balance de fallecidos y respuesta desde Hamás sobre estado de Deif
Al menos 90 personas murieron y 300 resultaron heridas en un bombardeo israelí en el campo de desplazados de Al Mawasi, al oeste de la ciudad de Jan Yunis y en principio descrita por el Ejército israelí como una “zona segura” para los desplazados del enclave.
En conversación con Al Jazeera, Khalil Al-Hayya, segundo al mando en Hamás, señaló que Mohamed Deif, uno de los principales objetivos del ataque, no murió durante el ataque.
“Le decimos a (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu que Mohammed Deif lo está escuchando ahora mismo y se burla de sus mentiras”, dijo Al-Hayya.
El balance de palestinos muertos a causa de la ofensiva militar desatada por Israel contra la Franja de Gaza hace nueve meses, tras los ataques del 7 de octubre ha superado ya los 38.400 mientras que la cifra de heridos se acerca a los 88.500, según las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad gazatí, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).