El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reactivó el lunes las gestiones para cerrar la emisora de televisión por satélite qatarí Al Jazeera en su país y prometió tomar “medidas inmediatas” para clausurar la oficina local del canal mientras continúe la guerra en Gaza.
Horas después de que el portavoz de su partido dijo que se convocaría al Parlamento para ratificar la ley necesaria, la Knesset aprobó un proyecto que permite el cierre temporal en Israel de emisoras extranjeras consideradas una amenaza para la seguridad nacional.
La ley aprobada el lunes permite a Netanyahu y al gabinete de seguridad cerrar la emisora durante 45 días, que pueden renovarse, y estaría en vigor hasta fines de julio o hasta el final de las principales operaciones militares en Gaza.
No hubo comentarios inmediatos de la sede de la cadena ni del gobierno qatarí en Doha.
Las autoridades israelíes se han quejado durante mucho tiempo de la cobertura de Al Jazeera, pero no han tomado medidas al respecto, conscientes de que Qatar financia proyectos de construcción palestinos en la Franja de Gaza, considerados por todas las partes como un medio para evitar el conflicto.
Desde el estallido de la guerra de Gaza el 7 de octubre, con una matanza transfronteriza y secuestros perpetrados por Hamas, que domina el enclave, Doha ha mediado en las conversaciones de alto el fuego en las que Israel recuperó a algunos de los rehenes.
Sin embargo, las negociaciones sobre una segunda propuesta de tregua no parecen ir a ninguna parte. En enero, Netanyahu pidió públicamente que se presione a los qataríes para que hagan lo mismo sobre Hamas. Qatar alberga la oficina política del grupo y a varios altos cargos de Hamas.
Avi Hyman, portavoz del gobierno israelí, no respondió directamente a la pregunta de si la amenaza contra Al Jazeera podría formar parte de esa presión, aunque describió la emisora como “difusora de propaganda durante muchos, muchos años”.
El 15 de octubre, el ministro de Comunicaciones israelí había acusado a la cadena de incitar a Hamas y de exponer a las tropas israelíes a emboscadas. Al Jazeera y el gobierno de Doha no respondieron a las acusaciones.
Sin embargo, al mes siguiente, Israel pareció perdonar a la emisora qatarí, ordenando en su lugar el cierre de las emisiones locales de un canal libanés proiraní más pequeño, Al Mayadeen, en virtud de la normativa de emergencia sobre medios de comunicación.