El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha reunido este lunes con representantes de los familiares de 15 de los secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) durante sus ataques del 7 de octubre contra territorio israelí, en medio de las protestas contra la gestión de la ofensiva militar por parte de las autoridades.
Según las informaciones recogidas por el diario israelí Haaretz, en la reunión han participado dos representantes por cada familia de los secuestrados, sin que por el momento haya detalles sobre el encuentro.
Poco antes del encuentro, decenas de manifestantes han intentado bloquear la entrada al Parlamento para reclamar la convocatoria de elecciones. Los concentrados han tildado además de “traicioneros” a los miembros de la coalición del Gobierno por “abandonar a los rehenes”.
Los agentes han intervenido posteriormente para retirar por la fuerza a los manifestantes, en medios de gritos en los que se ha descrito a los policías de criminales” que han “destruido el país”, tal y como ha informado The Times of Israel.
Asimismo, un grupo de familiares de rehenes retenidos en Gaza han irrumpido en una comisión de la Knesset para exigir al Ejecutivo que actúe para lograr la liberación de sus seres queridos, después de que Netanyahu rechazara el domingo un acuerdo con Hamas para la liberación de los secuestrados, que describió como una “rendición”.
“No se sentarán aquí mientras nuestros niños mueren”, han gritado varios de ellos. “Desmantelaron el Gobierno por el ‘hametz’, pero no lo hacen (por los rehenes)”, han dicho otros tras interrumpir la sesión en la comisión de Finanzas.
En este sentido, han hecho referencia a la dimisión de varios ministros tras una disputa por el tipo de pan entregado en los hospitales en Pascua, que finalmente llevó al colapso del Gobierno. El presidente de la comisión, Moshe Gafni, ha dicho que “abandonar la coalición no ayudará”, si bien ha agregado que “entiende” el dolor de los manifestantes.
El primer ministro ha sido criticado por parte de los políticos y la población de Israel por su negativa a reconocer su responsabilidad en los fallos de seguridad durante los ataques de Hamas, algo que sí han hecho otros altos cargos e incluso antiguos responsables de seguridad y del Ejecutivo de Israel.