Nicaragua cumplió este viernes tres días de violentas protestas que dejaban la noche de este viernes al menos cinco personas muertas y más de 80 de heridos. Los nicaragüenses salieron a las calles de Managua en protesta contra las reformas a la seguridad social impuestas por decreto por el Presidente Daniel Ortega.
El miércoles, el gobierno sandinista hizo oficial una reforma de la seguridad social que reduce en 5% las pensiones e incrementa la contribución que los empleadores y los trabajadores deben entregar para sostener el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Según investigaciones de la prensa independiente del país, el Instituto de Seguridad Social lleva 11 años "en coma" debido a la utilización de sus fondos para financiar dudosos proyectos de inversión de personas ligadas al mandatario.
La represión comenzó la tarde del miércoles, cuando decenas de personas se congregaron en el centro de la capital para frenar las intenciones de Ortega, uno de los pocos aliados de Nicolás Maduro. Tal como explicó el diario nicaragüense La Prensa, simpatizantes del sandinismo se presentaron en esa misma zona con camionetas y portando garrotes con los que golpearon a quienes marchaban contra las reformas.
Jubilados, empresarios y universitarios protestaron al grito de "ladrones" y "el pueblo unido jamás será vencido", contra el conjunto de reformas, que calificaron de ilegales e inhumanas.
El gobierno no se había pronunciado tras los hechos de violencia que, además de los heridos y los fallecidos, también dejaron comercios dañados.
Los enfrentamientos entre los fieles del régimen sandinista y los contrarios a la aplicación de las reformas cada vez toman más fuerza en diferentes puntos de la capital y el resto del país.
Las manifestaciones tomaron por sorpresa al gobierno, que había logrado hasta ahora disuadir las protestas mediante la influencia que su partido ejerce sobre el aparato público y militar. "Es una protesta que nació de las bases, no hay un movimiento, ni partido político" que la dirija y "creo que agarró al gobierno fuera de base, no esperaban esta reacción", explicó a France Presse el sociólogo, economista y analista político independiente Oscar René Vargas.
Según analistas, la población ha soportado en silencio el encarecimiento de la vida por las constantes alzas de los combustibles, de la luz y los despidos en el sector público. La gente también expresó inconformidad con la respuesta oficial al reciente incendio en la reserva forestal Indio Maíz y con las irregularidades en los procesos electorales, que según la oposición han sido amañados para favorecer al sandinismo.
Con todo, y en una muestra de autoritarismo, el mandatario izquierdista obligó a Telcor, la institución reguladora de las telecomunicaciones, a sacar del aire las transmisiones de los canales 100% Noticias y Canal 12, que mantenían una cobertura constante de los hechos violentos.
Así, Ortega enfrenta las protestas más fuertes en sus 11 años de gobierno.