Considerando “los graves desafíos para la paz” en el mundo actual, el embajador Niu Qingbao, representante de la República Popular de China ante Chile, calificó al XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) como una ocasión “importante” donde se “aclararon las tareas de China para el futuro”.
Palabras como economía, ecología y hegemonismo se repitieron constantemente en el resumen que el diplomático entregó a los medios chilenos sobre lo ocurrido entre el 16 y el 22 de octubre de este año.
Se trataba de una de las mayores potencias del mundo, y su impacto en la geopolítica actual es objeto de análisis por politólogos, economistas y políticos por igual. Fue precisamente en dicha ocasión cuando el actual Presidente de China, Xi Jinping, fue reelecto por un tercer periodo, quebrando el pacto de dos administraciones y, de paso, convirtiéndose en el político más importante del país desde los años de Mao Zedong en el poder.
Y la figura de Xi, por sobre todos los otros temas, estuvo en el centro de las palabras del embajador. La “Nueva Era”, concepto repetido en numerosas ocasiones por el propio mandatario chino para hacer referencia a su decenio en el poder, intentará ser profundizado, según explicó Niu Qingbao.
“La continuidad del Presidente Xi Jinping como Secretario General del Comité Central del PCCh refleja la voluntad colectiva del mayor partido gobernante del mundo”, aseveró. Consultado por La Tercera sobre la tercera administración del Presidente, pese a que previamente eran dos los periodos máximos, el embajador aseguró que las disposiciones para la reelección estaban “claras”, y que el voto secreto de los 2.338 delegados presentes en esta ocasión lo certifica.
Consultado por este medio sobre si el tercer periodo sería el último del mandatario y si existen requisitos previstos para un potencial sucesor, la embajada no contestó.
El diplomático se refirió a la situación de Taiwán e indicó que esto no era “tema diplomático”. “Es un asunto interno de China. Cuándo y cómo solucionamos este asunto, así como cuándo logramos la reunificación de China, es un asunto interno de nuestro país, y no permitimos una intervención externa”, dijo. Con miras al futuro, China buscará una “reunificación pacífica: un país, dos sistemas”, recalcó.
En una línea similar, y relacionado con el concepto del “hegemonismo” nombrado múltiples veces por el embajador, el representante chino explicó que “rechazamos el hegemonismo” y que “no le tenemos miedo a la hegemonía”, sin nombrar nunca a los países en cuestión a los que hacía referencia. Según el embajador, China “jamás procurará la hegemonía y expansionismo”.
En el apartado económico, el embajador aseguró que el país ha “planteado y aplicado la nueva concepción del desarrollo de alta calidad. Cerca de 100 millones de habitantes rurales se han liberado de la pobreza”, para luego asegurar que “el peso específico del volumen total de nuestra economía en la economía mundial, ha llegado firmemente al segundo puesto a nivel global”.
Durante los últimos años, el gigante asiático se ha convertido en el principal socio de 140 países del mundo, remarcó Niu Qingbao.
Sin embargo, plantean darle un giro ecológico. El embajador afirmó que la enorme modernización china busca una “prosperidad común ante todo el pueblo” a través de una “coexistencia armoniosa con el medioambiente”. Un informe elaborado por la Fundación Empresa y Clima, presentado este miércoles, reveló que solo cinco países en el mundo son responsables del 62,9% del total de emisiones de CO₂ en el mundo. Estados Unidos, India, Rusia, Japón y China conforman el grupo, lo que aumenta la urgencia por aquella transformación relatada por el embajador.
En palabras de Niu Qingbao, la magnitud y relevancia política de China hacen que “estabilidad y sostenibilidad de la política interior y exterior” sean claves para el mundo. Si el gigante asiático mantiene esas dos condiciones, se convertirá en “una ventaja para el mundo”.
Considerando el contexto global, el embajador afirmó que “China insiste con firmeza en una política de paz”, y, al mismo tiempo, se opone firmemente “a la mentalidad de guerra fría” imperante en el mundo, por lo que se comprometen “a no incentivar jamás el hegemonismo”, concluyó.