La oficina del gobernador de Estambul ha desautorizado hoy, por cuarto año consecutivo, la marcha del orgullo gay que varios colectivos han convocado para mañana en el centro de la ciudad del Bósforo.
Un comunicado remitido desde la oficina del gobernador a los coordinadores de la marcha señala que "no se ve adecuado" organizar actividades en espacios abiertos de los barrios céntricos "por las probables consecuencias negativas", informa el diario turco Evrensel.
El comité organizador ha denunciado que la prohibición es anticonstitucional porque la Constitución turca permite toda congregación ciudadana pacífica sin necesidad de autorización previa y ha señalado que realizará la marcha de todas formas.
Entre 2003 y 2014, la céntrica calle de Istiklal de Estambul era escenario de la anual marcha del orgullo gay, siempre en un espíritu alegre, colorido y festivo, y cada vez más concurrida hasta alcanzar decenas de miles de participantes en 2014.
Pero en 2015, las autoridades prohibieron la marcha alegando que la fecha caía en el mes de ramadán, y tanto aquel año como en 2016 y 2017, la policía dispersó con gas lacrimógeno y alguna vez cañones de agua a los activistas que se congregaban en las calles del centro.
El año pasado, las autoridades turcas impidieron la realización de la marcha del Orgullo Gay con un alto despliegue de operativo policial. La justificación de esa oportunidad es que les preocupaba la "seguridad de ciudadanos y turistas" y las posibles disrupciones del orden público.
Sin embargo la comunidad LGBTQ se organizaron de todas formas asegurando que sería una manifestación pacífica.
En esa oportunidad las autoridades utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a un grupo que se había reunido en un barrio cercano a la congregación.
Este año, el ramadán ya ha terminado, y la prohibición no alega motivos.
En Turquía la homosexualidad es legal desde 1858 y en Estambul y Ankara hay una vibrante comunidad gay con locales de ocio y festivales de cine, pero en los sectores más conservadores de la sociedad, representados por el actual Gobierno islamista, la condición homosexual se considera una aberración.