José Luis, un turista español de 55 años, pensaba visitar este martes la Catedral de Notre Dame, uno de los mayores símbolos culturales de Francia y también de Europa. Pero el devastador incendio, que consumió su aguja y parte del techo, frustró todos sus planes. "Cuando salimos del Metro vimos el humo y nos acercamos. De inmediato nos dimos cuenta de que era Notre Dame y quedamos impactados. Fue un día histórico, impresionante, no tengo palabras. Vamos a estar acá unos días, pero ya no vamos a poder visitar la catedral. Hemos estado en los alrededores tomando unas fotos y, bueno, quién se iba a esperar esto", cuenta a La Tercera, aún confundido por el caos que provocó el siniestro en París.
Cerca de las 18.30 (hora de Francia), una columna de humo y grandes llamaradas eran visibles desde varios puntos de la capital. En pocos minutos estallaron escenas de caos, con sirenas de bomberos, aglomeraciones, incertidumbre y cortes de tránsito. Pero incluso en las cercanías de la catedral, cuya construcción comenzó en el siglo XII y tomó 200 años, las cenizas cubrían varias calles y las brasas eran amenazantes.
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"¡Se cayó la aguja! ¡Se cayó la aguja!", gritaron varios transeúntes. "Fue impresionante darnos cuenta de que se estaba quemando la Catedral de Notre Dame. Después de almuerzo, antes del incendio, nos acercamos a la catedral para visitarla, pero como había mucha fila, decidimos dejarlo para después. Pasamos por su parte posterior y nos deslumbramos por su belleza, quedamos con la idea de volver después. Luego nos fuimos al centro Pompidou y cuando salimos de ahí vimos una gran columna amarilla. Cuando nos fuimos acercando al Sena, observamos desde el Puente Nuevo las llamas que comenzaban a consumir la catedral. La aguja ya estaba prácticamente consumida por el fuego", cuenta Carmen, una turista chilena.
Tanto los turistas como los parisinos quedaron conmovidos por el incendio. Así, muchos no ocultaron sus lágrimas, mientras otros corrieron despavoridos. Por lo mismo, se registraron varios choques de automóviles. "Muchos comenzaron a grabar con sus celulares, llegaron los bomberos, la policía acordonó la zona y se cerraron las calles aledañas, porque comenzaron a caer brasas ardientes. Es una pérdida incalculable para el patrimonio de la humanidad, independiente de las creencias", agrega la viajera chilena.
"Se sentía el aire pesado y cuando comenzaron las grandes llamas salió todo el mundo a la calle", comentó otro turista. En un comienzo, no se divisaron muchos carros de bomberos, porque era la hora de mayor tráfico y, además, por la dificultad que tuvieron para acceder al lugar. Incluso se divisó a un bombero grabando todo con su celular, estupefacto por la escena que le había tocado cubrir.
"El jorobado de Notre Dame"
Notre Dame ya había logrado escapar de dos guerras mundiales. Así, cuando París fue liberada, se hicieron sonar sus campanas. También había sobrevivido a los ataques vandálicos durante la Revolución Francesa. De hecho, en esa época se desarmó su aguja y se saqueó su tesoro.
La catedral, de estilo gótico, fue inmortalizada en la obra El jorobado de Notre Dame, de Víctor Hugo, de 1831. Se calcula que cada año se realizaban dos mil misas, mientras que recibía 35 mil visitantes por día.
Notre Dame, famosa por sus vitrales y gárgolas, ha albergado también hitos históricos, como la coronación de Enrique VI y de Napoleón Bonaparte, además de la beatificación de Juana de Arco.
Reconstrucción
Se calcula que la reconstrucción podría tomar entre 20 y 30 años. Y en sus alrededores se divisaban escenas de rezos cristianos, pero también de alto impacto entre curiosos que se apostaron en las orillas del río Sena para observar el incendio.
En un comienzo las autoridades francesas dijeron que producto de las llamas solo quedaría en pie la estructura principal de la catedral. Sin embargo, con el correr de las horas había más optimismo, ya que las dos torres principales no se veían tan afectadas, como tampoco la fachada.
"Reconstruiremos Notre Dame", afirmó el Presidente francés, Emmanuel Macron. "Se ha evitado lo peor, aunque todavía no hemos ganado la batalla. Las próximas horas serán difíciles", agregó. Funcionarios del gobierno descartaron también que el incendio haya sido producto de un acto criminal. La tesis más difundida era la de "destrucción involuntaria": un incendio accidental que comenzó en el techo de la famosa catedral.
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