Una nueva caravana migrante, conformada por al menos 800 migrantes, cruzó este viernes de madrugada la frontera entre Guatemala y México de manera irregular.

"El Instituto Nacional de Migración (Inami) informa que a las 03.30 (10.30 GMT) de la madrugada un grupo de aproximadamente 350 personas irrumpió de manera violenta en la frontera de México en Ciudad Hidalgo, procedente de Guatemala", indicó el organismo en un boletín.

Según la autoridad migratoria, "rompieron el candado que cierra la reja fronteriza e ingresaron al país", y a este primer grupo se le sumaron más personas, hasta ser unos 800 en total.

"En general su actitud ha sido hostil, e incluso agredieron a la policía local de Metapa de Domínguez", apuntó el Inami.

Esta nueva caravana, que según cifras no oficiales está conformada por al menos 2.000 personas, inició su recorrido el pasado miércoles, de la ciudad de San Pedro Sula, norte de Honduras, y su paso se le han unido salvadoreños y guatemaltecos.

Los migrantes no esperaron al registro oficial que pedían la autoridades migratorias mexicanas.

Desde el miércoles por la tarde comenzaron a llegar grupos pequeños a la ciudad de Tecún Umán, realizando filas para su ingreso aduanal en Guatemala sin ningún problema.

Los miembros del instituto migratorio en México ingresaron con los trámites correspondientes a los primeros 900 migrantes pero se desconoce si se les otorgarán el salvoconducto para que puedan transitar libremente por el país hasta la Frontera Norte con Estados Unidos.

Alertados por esta situación, se calcula que los nuevos centroamericanos decidieron iniciar una caminata rumbo a Tapachula, una de las ciudades más importantes del suroriental estado mexicano de Chiapas, y a unos 40 kilómetros de la frontera.

Esta nueva caravana está encabezada por madres de familias, niños, niñas y jóvenes.

La caravana pernoctará en las inmediaciones del Parque Central de Tapachula para después continuar su camino este sábado hacia otros municipios de la costa de Chiapas, donde ya se encuentran cientos de elementos de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración.

Por otra parte, en la noche del miércoles, un grupo de cubanos que viajaban en autobús con documentos que garantizaban su estancia fueron detenidos por miembros del Instituto Nacional de Migración (Inami) en la caseta migratoria de Huehuetán, según reportaron las autoridades.

Los agentes de migración bajaron del autobús donde viajaban los cubanos, a quienes les quitaron sus documentos personales, como el pasaporte y el amparo que les permitía transitar libremente.

La organización Todo por Ellos evitó que siete cubanos fueran detenidos y trasladados a la Estación Migratoria Siglo XXI para su repatriación, mientras que otros no corrieron con la misma suerte, según explicó la propia ONG.

Se calcula que en Tapachula se encuentran varados más de 3.000 cubanos, que no han tenido respuesta a la solicitud al oficio de salida, luego de que el Inami cerró las oficinas de regularización migratoria por presuntas irregularidades en la expedición de estos documentos.

Unos 800 migrantes cubanos que se encuentran estacionados desde febrero en Tapachula acordaron esta semana partir en los próximos días en una especie de caravana "viacrucis" -coincidiendo con Semana Santa- para atravesar México y llegar a la frontera con Estados Unidos.